El recurso de apelación que introdujo la fiscal federal Adriana Saccone dejó en suspenso la autorización para la donación de órganos entre pacientes vivos no relacionados de nacionalidad guatemalteca que en un fallo inédito había autorizado la jueza Sylvia Aramberri. Ahora, en un trámite urgente, la Cámara Federal debe resolver si se hace o no la operación, prevista en el Hospital Privado de Rosario.

La celeridad del tratamiento es a partir de un cuadro de cirrosis hepática grave que padece el paciente Z.D., un empleado de las Naciones Unidas, quien llegó a Argentina para salvar su vida ya que en su país de nacimiento no se realizan trasplantes hepáticos.

Sin embargo, y tras oponerse en el trámite ordinario, Saccone apeló y advirtió de una probable motivación económica o situación de vulnerabilidad del donante E.A.V, para quien "no se ha valorado el riesgo de vida del mismo", que entrega el 60% de su hígado.

Según fuentes judiciales citadas en el programa Telenoche Rosario (El Tres), la funcionaria del Ministerio Público Fiscal de la Nación "consideró que el consentimiento informado se trata de un formulario preconstituido y que no se acreditó que el donante -cuñado del paciente- sea la única persona apta para la operación".


En el mismo sentido, remarcó que no está acreditado el vínculo preexistente entre ambos por que no hay fotos, testigos ni constancias en redes sociales. 

"La fiscal apuntó que claramente, la ley exige que la vinculación emocional sea preexistente al acto y no posterior y afirmó que de acuerdo a lo requerido por la ley debe ser independiente del resultado e incondicionada", señalaron fuentes de la Justicia Federal de Rosario.

La intervención debe hacerse en el Hospital Privado de Rosario. En ese sentido, la Fiscalía remarcó que es la octava pareja de guatemaltecos que trae al país a hacerse esta cirugía el prestigioso médico que los atiende.


Tratamiento urgente



La Cámara Federal de Rosario se dispone a emitir una resolución para las próximas horas. Precede su decisión un fallo inédito de la jueza Sylvia Aramberri, que ante la certeza del riesgo de muerte real del paciente y la decisión “altruista y voluntaria” del cuñado (hace 20 años que está casado con su hermana), emitió la resolución que autoriza el trasplante.

Aramberri destacó que "negar el permiso solicitado para realizarlo significa sentenciar a muerte al pretendido receptor y no priorizar su derecho consagrado constitucionalmente a la vida".