Este jueves se cumplen nueve días de paro de colectivos, u 85, según se cuente. La semana pasada, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) lanzó una nueva huelga por tiempo indeterminado que, sumadas las seis anteriores suman 85 días sin transporte urbano e interurbano en los últimos seis meses. Y todo indica que esta nueva medida de fuerza será unas de las largas. Hubo paros de hasta 29 días corridos.

Otra vez, el reclamo es por el pago de la mitad de sus salarios. Y este miércoles un grupo de choferes autoconvocados llevó el pedido con bombos y banderas frente a la sede del gobierno provincial y la Municipalidad. A las 11 partieron desde el edificio de la UTA de 27 de Febrero al 600 y marcharon pese a las restricciones por la pandemia de coronavirus.

El sindicato se despegó de la convocatoria pero acompañó y en medio de la manifestación, el secretario general Sergio Copello fue claro y contundente: hasta que no paguen todo, no volverán a subirse a los colectivos.

Justamente, desde el gobierno provincial habían apelado a llegar a un “consenso social”  para que los choferes vuelvan a trabajar, el sistema vuelva a recaudar y las empresas puedan pagar salarios.

“No se puede depender únicamente de los subsidios”, había observado el secretario de Transporte Osvaldo Miatello que reconoció que los subsidios nacionales –que son los que faltan, ya que Provincia y Municipio ya pusieron lo suyo– tardan en llegar pero llegan. 

En tal sentido, aunque reconoció el derecho legítimo de los trabajadores a la protesta, señaló que tantos días de paro terminan por jugar en contra de los bolsillos de los colectiveros porque acentúa la crisis del sector que no comenzó con la pandemia. La misma observación hizo el intendente Pablo Javkin que aclaró que no pueden desembolsar el dinero que corresponde al gobierno nacional.