Empleados de una tienda de comestibles en la localidad de Lingfield, a 30 kilómetros de Londres, le pidieron a la mujer cumplir con las medidas de prevención del covid-19. Esto enfureció a la clienta, quien comenzó a insultarlos y luego se dirigió al área de vinos para destrozar varias botellas.

El material audiovisual fue publicado después de que un grupo de los principales minoristas de Inglaterra enviara una carta al primer ministro Boris Johnson, solicitando protección legal para los trabajadores de las tiendas, que con frecuencia son víctimas de agresiones por parte de los clientes.

Una de las mujeres que atendían el local relató que había pedido a la usuaria que colaborara con las respectivas normas, tras lo cual esta se enfadó, comenzó a gritarles y a arrojar varios productos. Luego se dirigió a la sección de vinos, donde destrozó decenas de botellas y salió del lugar insultando a las trabajadoras y golpeando la pantalla protectora instalada detrás de la caja, según publicó Yucatán.com.

Se desconoce si la agresora fue detenida o sancionada. Está previsto que este viernes se lleve a cabo en el Parlamento británico la segunda lectura de un proyecto de ley que pide que la agresión contra un trabajador minorista en cumplimiento de sus funciones se clasifique como un delito agravado y conlleve una pena más dura.