El sábado pasado una joven de 21 años con domicilio en la localidad de Fighiera sufrió un momento dificil de olvidar. Al parecer fue vícitima de un intento de secuestro. El hecho ocurrió en Arroyo Seco. 

O. D. L. F. había quedado en encontrarse en un bar con sus amigas. Salió caminando cuando comenzó a llover torrencialmente y las luces se cortaron. De frente a ella venía un auto, específicamente un Volkswagen Gol color gris, de tres puertas y con vidrios polarizados.

Al llegar a la par de la joven, un hombre se bajó del auto y, forcejeando, la olbigó a ingresar bajo amenaza. Según lo que la víctima pudo ver y describir luego, la persona tenía aproximadamente 60 años, era petiso, con pelo corto, morocho, y con barba.  

Una vez dentro del auto, el secuestrador trabó las puertas y le quitó el celular para que no pudiera cominucarse con nadie. Dobló por calle Yrigoyen en contramano, intentando escapar con la joven que gritaba y hacía fuerzas para huir. "Me tiré del auto en movimiento, iba muy rápido, me levanté pero no me acuerdo cómo caí", aseguró la joven. 

Entonces comenzó a correr hacía Moreno. "Me puse en medio de la calle, paré un auto en el que venían dos chicos que me subieron y me llevaron con mis amigas". Amigas que tenían activado el GPS y estaban viendo todo lo que ocurría. Algo que se volvió costumbre por la inseguridad: compartir ubicación y avisar cuando llegan a casa. 

"Ellas veían que yo no iba para el bar", cuenta O. D. L. F. Acto seguido se fueron todas a la comisaría porque tenían la ubicación del auto y se estaba yendo de Rosario, por lo tanto las chicas pensaron que podrían interceptarlo en el peaje. 

Las amigas de la víctima seguían el auto por GPS.

En la comisaría, según cuenta la joven, le informaron que no podían tomarle la denuncia de inmediato porque los oficiales estaban en un operativo en un bar céntrico. Tras discutir, la vícitma decidió irse a la comisaría de Fighiera donde dejaron asentada toda la información que ella les brindó, pero la denuncia debía quedar registrada en Arroyo Seco.

"Teníamos todos los datos para que encontraran el auto porque el teléfono estaba activo. La chica que me atendió en Arroyo me preguntó si sabía quién era el secuestrador, algo irrisorio", sostuvo la joven. 

"No sé cómo me tiré del auto".

Finalmente agregó: "Ahora estoy más tranquila. Me tocó vivir una situación difícil, tengo raguños en la cara, moretones en las rodillas y dolores en la espalda. No sé cómo tomé la decisión de tirarme. Uno cree que esto pasa solo en las noticias pero ahora me tocó a mí". 

La víctima tiene moretones, rasguños y dolores musculares.

La publicación de Twitter donde la joven cuenta lo ocurrido se viralizó de inmediato. Entre los muchos comentarios de otras mujeres, pueden destacarse tres factores que acompañan el día a día: el miedo, la bronca y la necesidad de cuidarse entre ellas frente a una Justicia lenta o invisble.