Los jueces Gustavo Antelo, Viviana Cingolani y José Bentolila, integrantes del juzgado de responsabilidad extracontractual N° 2 de Rosario, rechazaron una demanda interpuesta contra la Municipalidad, una partera y su ayudanta por una cesárea que, debido a una infección, derivó en la extracción del útero de la paciente.

La mujer que realizó la demanda había acusado a las médicas de no tomar las medidas de asepsia necesarias y de haberle producido el corte de un importante vaso sanguíneo, cuyo sangrado ininterrumpido le produjo una hemorragia de dos litros de sangre que, al quedar alojada dentro de su cuerpo, empeoró una infección que contrajo en el quirófano, lo que tuvo como consecuencia que debieran extirparle el útero.

El hecho en cuestión ocurrió el 23 de julio de 2009, cuando durante su quinto mes de embarazo, la mujer ingresó a la Maternidad Martin con un cuadro de hipertensión severa. Allí se le practicó una cesárea que, según el informe médico presentado por el perito del caso, fue una decisión acertada, dado que de lo contrario podría haberse producido consecuencias negativas para la madre y el niño por nacer, incluso la muerte.

Luego de la intervención quirúrgica, la mujer debió ser trasladada a la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Eva Perón para control posoperatorio. Allí se detectó un vaso sangrante que fue suturado. Tres días después, debido a una infección del útero, se le tuvo que practicar una histerectomía para extirpárselo.

De acuerdo al informe pericial las médicas actuaron como se hace habitualmente, tomando las medidas y los recaudos necesarios. Además, el perito consideró que el cuadro de hipertensión podría haber sido la causa de que el sangrado no haya sido visualizado, dado que ocasiona que circule menos sangre por los vasos y que “no es factible que el vaso sangrara ininterrumpidamente durante 31 horas sin consecuencias mas gravosas”.