No hubo sorpresa en Porto Alegre. O sí, pero no alcanzó, porque Argelia jugó un gran partido y de todas formas se impuso el favorito, Alemania. Fue 2-1 por los octavos de final del Mundial, resultado que pone ahora a los germanos frente a frente ante Francia, otra potencia.

El equipo teutón, tricampeón del mundo, necesitó del alargue para doblegar al combinado árabe, por primera vez en esta instancia del certamen ecuménico. Al comienzo del primer suplementario apareció Andre Schurrle para batir, con una definición entre sutil y extraña, al hasta allí inexpugnable arquero Rais M´Bolhi.

A poco del final liquidó el pleito Mesut Ozil en un contraataque. Por eso, de nada sirvió el descuento agónico de Djabou.

El encuentro se disputó en el estadio Beira-Río, de Porto Alegre, con el arbitraje del brasileño Sandro Ricci.

Ahora Alemania buscará un lugar en las semifinales del Mundial –lugar al que accedió en las últimas tres ediciones– ante Francia, que derrotó más temprano a Nigeria en Brasilia.