Dos años después de que fueran robadas de un museo de Oslo, la policía noruega logró recuperar "El grito" y "Madonna", las dos obras maestras de pintor Edvard Munch secuestradas en su momento por hombres armados. Afortunadamente, las obras se encuentran en mejor estado de lo esperado.

El 22 de agosto de 2004 dos hombres enmascarados ingresaron en el Museo Munch, en el centro de Oslo. Amenazaron con una pistola a dos guardas de seguridad y a los visitantes, los obligaron a tumbarse en el suelo, y se llevaron los cuadros.

Las obras, pintadas a finales del siglo XIX, estuvieron desaparecidas más de dos años, a pesar de la intensa investigación policial y de que el ayuntamiento de Oslo había ofrecido por su retorno una recompensa de dos millones de coronas (251.921 euros).

Después del robo, el museo Munch se transformó en un verdadero fortín. Se gastaron cerca de 106 millones de euros en nuevos detectores de metales, alarmas contra incendios, el blindaje de las obras y la ordenación de la vasta colección de 1.150 cuadros, 18 mil grabados y 8 mil dibujos.

"El grito", su obra más famosa, muestra a una persona demacrada con un fondo de colores rojo y amarillo intenso.
Algunos expertos han creído ver en él el reflejo de las erupciones del volcán indonesio Krakatoa a finales del siglo XIX. "Madonna", otro de sus lienzos más representativos, muestra la figura de una sugerente mujer, alegoría de la Virgen, con los senos descubiertos y una larga cabellera negra que cae sobre sus hombros.

Por el momento se desconoce si el hallazgo tiene relación con la oferta de un ladrón de bancos noruego, quien propuso la devolución de los a cambio de una reducción de condena.