¿Quién empezó? Nadie lo sabe. Como cuando dos chicos se pelean, Thomas Gravesen y Robinho cruzaron acusaciones a la hora de las culpas. Es que el danés y el brasileño, ambos jugadores del Real Madrid, se agarraron a las trompadas durante un entrenamiento.   ;

Al parecer, el brasileño reaccionó ante una fuerte entrada del danés. Conclusión: ambos debieron ser separados por sus compañeros. Es más, el técnico Fabio Capello decidió dejarlos fuera de la práctica que se estaba llevando a cabo en Irdning.

Como buena figura paterna, el técnico los llamó de inmediato y después los mandó a los vestuarios. Pedja Mijatovic, director deportivo del club español, estaba presenciando su primera práctica tras arribar unas horas antes a la concentración en Austria. Y, bueno, no se fue con una buena imagen, está claro.