Sin diálogo y agazapados en sus rincones. Así cerraron este lunes los dos contrincantes -en ese rol se afianzaron los dirigentes agropecuarios y gobierno nacional después de los actos del 25 de Mayo- la larga pelea que se inició el 11 de marzo con el anuncio de las retenciones móviles. Es que tras el quiebre del diálogo anunciado por el ministro Alberto Fernández, no hubo ni anuncio de modificaciones por parte de la presidenta y su gabinete, ni reacción del campo, ya que la Comisión de Enlace pasó a un cuarto intermedio hasta este martes a las 10 luego de reunirse durante unas tres horas en Buenos Aires.
 
Recién a las 22 los cuatro presidentes de las entidades -Mario Llambías, de la CRA, Luciano Miguens, de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Eduardo Buzzi, de la Federación Agraria Argentina (FAA) y Fernando Gioino, de Coninagro- comunicaron que “esperan una explicación” de la modificación “de la agenda de diálogo pactada”, según dijo Buzzi. Por eso, recién resolverán las medidas a tomar “sobre el filo del mediodía” de este martes en un nuevo encuentro en FAA.

Buzzi dijo también que “ante el desplante hay desconcierto” y que existe “una voluntad muy fuerte en todo el país de manifestar el descontento”. Por eso, volvió a pedir a las bases -como lo hicieron todos los dirigentes a lo largo de la jornada- “tranquilidad y paciencia”.

Quien se apuró en acatar el cuarto intermedio fue Alfredo De Ángeli a la cabeza del piquete de Gualeguaychú, quien convocó a una “gran asamblea provincial” para este martes al mediodía. “Tenemos en claro que estamos en lucha y pueden cambiar las modalidades”, dijo pero pidió que no “se anarquice la lucha” y continuar con la unidad.

Kirchner convocó al PJ

En principio, se dijo que el gobierno anunciaría medidas para el sector de manera unilateral pero el único movimiento oficial fueron unas declaraciones indirectas de la presidenta Cristina Fernández en el marco de un acto oficial en la Casa Rosada.

Buzzi, el dirigente que fue uno de los más duros en su discurso de este domingo en el Monumento -dijo incluso que el matrimonio Kirchner “es un obstáculo” y que en esta disputa van a “ganar o ganar”- interpretó que el gobierno no reaccionó por el tono del acto sino porque “se buscan pretextos para no resolver el problema”. “¿Cómo va a ser golpista el pueblo, la familia?”, se quejó y calificó el quiebre del diálogo como un “disparate”.

Por su parte, el gobierno nacional realizaría un anuncio para el sector que incluiría una modificación en el esquema móvil de retenciones decretado el 11 de marzo (se modificaría el techo, que es del 95 por ciento), entre otros puntos. Además, Néstor Kichner lanzó una convocatoria a la mesa de conducción del Partido Justicialista para este martes a las 18 para definir una postura en común de cara al conflicto.

El quiebre del diálogo

El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, dijo que en estas condiciones no se puede dialogar y prácticamente dio por suspendidas las conversaciones previstas para hoy a las 16 con los ruralistas.

Luego del ultimátum del campo, y de los duros discursos frente al Monumento, el gobierno adoptó una posición ya conocida: su mensaje es que no negocia bajo presión y que no se asusta porque se tense la cuerda. La pregunta es: ¿adónde va el conflicto ahora? Los ruralistas ya avisaron que están dispuestos a volver al paro y a cortar rutas. Y, luego de la novedad, Pablo Orsolini, vicepresidente de Federación Agraria, advirtió en declaraciones a Radio 2 luego de las palabras de Fernández: "Será difícil contener a las bases", que según el entrerriano Alfredo de Angeli, enseguida iban a comenzar a realizar asambleas al costado de las rutas.

En declaraciones radiales, Alberto Fernández dijo que no estaban dadas condiciones para reunirse con el campo para destrabar el conflicto que ya lleva por el día 75 de enfrentamiento entre el campo y el gobierno. Fernández dijo que “hay que corregir ese punto (retenciones) porque los mercados a futuro se complican pero a pesar de la vocación del gobierno nacional de rectificar eso no se logró sentar a resolverlo”.

En este sentido, Alberto Fernández dijo que las entidades rurales “quieren imponer condiciones, no dialogar”.

El funcionario dijo que creía que en Rosario los ruralistas "iban a ratificar sus posiciones, pero no fue lo que hicieron”, y agregó que los discursos fueron tan críticos como altisonantes.

Además, dijo que “lo que está en juego son 1.300, 1.400 millones” de pesos y que “el 50% de la soja está en manos de 2.000 personas”. Y agregó: “Poner en tela de juicio las retenciones móviles es confundir a la gente”.