Cada vez se está más cerca de lograr la pastilla que reemplace al ejercicio físico. Investigadores canadienses lograron suprimir en ratones la producción de la proteína miostatina, lo que permitió una mejora en la masa muscular, corazón y salud renal de los mamíferos.

El equipo liderado por Joshua Butcher, del Centro de Biología Vascular de la Universidad de Augusta, en Canadá, se centró en esa proteína porque es conocida como un poderoso inhibidor del crecimiento del músculo esquelético.

Esto significa que las personas con más miostatina tienen menos masa muscular y quienes tienen menos miostatina poseen más masa muscular. En el caso de los obesos, producen más miostatina, lo que les dificulta el ejercicio y la producción de masa muscular, según consignó 20 Minutos. Esto lleva a un círculo vicioso que puede derivar en serias enfermedades como hipertensión, diabetes, problemas renales, entre otras.

Para el experimento, los expertos armaron cuatro grupos de ratones: delgados, obesos con producción de miostatina, magros y obesos incapaces de generar esta proteína. Estos últimos desarrollaron notablemente la masa muscular, y pese a que algunos siguieron siendo gordos, mostraron mejores indicadores de salud cardiovascular y metabólica que estuvieron a la par de los delgados y mucho mejor que los otros obesos.

"En última instancia, el objetivo de nuestra investigación sería crear una píldora que imite el efecto del ejercicio y proteja contra la obesidad. Una píldora que inhibe la miostatina también podría tener aplicaciones para enfermedades musculares, como el cáncer, la distrofia muscular y el sida", indicó Butcher.