Por un lado o por el otro, el que gane hará historia. ¿Se convertirá Hermes Binner en el primer gobernador socialista de la historia argentina? ¿Será Rafael Bielsa quien garantice que el justicialismo santafesino cumpla las bodas de plata en el poder y, al mismo tiempo, le dé un triunfo clave en la previa de los comicios presidenciales? Las respuestas a estas preguntas se conocerán este domingo a la noche –algunos creen que en la madrugada del lunes– cuando ya esté avanzado el recuento de los votos que, entre las 8 y las 18, los santafesinos –hay 2.325.136 ciudadanos habilitados para hacerlo– depositarán en las 6.029 urnas distribuidas en todo el territorio provincial.

En rigor, si bien se espera una marcada polarización entre el candidato del Frente Progresista Cívico y Social –Binner, que lleva como vice a Griselda Tessio– y el del Frente para la Victoria –Bielsa, acompañado por Carlos Galán–, hay otras nueve fórmulas que compiten en el rubro gobernador y vice. En todo caso, habrá que ver cuántos votos consigue el binomio radical –la UCR se dividió entre los que decidieron presentar candidatos propios y los que acompañan a Binner– y si son suficientes como para debilitar las posibilidades del Frente Progresista.

Además, se eligen intendentes –en Rosario se descuenta la reelección de Miguel Lifschitz, que tiene como principal adversario a su ex compañero de ruta, ahora como candidato del PJ, Héctor Cavallero–, senadores departamentales, diputados provinciales, y concejales. Todas las listas estarán juntas en una lista sábana de cinco cuerpos, que, por supuesto, se puede cortar, ya sea para votar candidatos de diferentes listas en diferentes rubros, o, directamente, votar en blanco en alguna de las categorías.

Final abierto

Si se toma en cuenta el antecedente de las internas abiertas, se podría decir que el resultado –más allá de que las encuestas ponían adelante a Binner– es incierto.

Es que en la elección que consagró a Bielsa como candidato del oficialismo, hubo más gente que votó en la interna del PJ que en la del Frente Progresista, que llevaba un único candidato y por lo tanto no definía nada concreto.

En total, el 1º de julio 653.696 personas (el 46,47 por ciento) votaron candidatos del PJ –Bielsa derrotó a Agustín Rossi– y 632.338 (44,96%) al aspirante socialista. La clave, en todo caso, es qué pasa con los más de 280 mil votos en blanco que hubo en las internas y si el Frente Progresista logra retener la totalidad de los sufragios que obtuvo Rossi (228 mil).

El componente geográfico

Los resultados en Rosario y Santa Fe serán fundamentales, ya que los principales centros urbanos concentran la mayor cantidad de electores. En Rosario, el socialismo espera un respaldo lo suficientemente contundente como para que le dé una ventaja que el PJ no lo pueda descontar en el interior, donde indudablemente el oficialismo lleva las de ganar. La capital provincial es una incógnita, sobre todo porque quien fue el candidato a intendente más votado, Oscar Cachi Martínez, si bien es de origen justicialista, no lleva candidato a gobernador.

Justamente la compleja composición geográfica de la provincia jugará un papel central en la definición de una cuestión que será eje del debate desde el lunes si Binner gana la elección: la gobernabilidad.

Es que no hay casi dudas de que el Senado, gane quien gane como gobernador, seguirá bajo control justicialista, ya que tiene el triunfo garantizado en la mayoría de los 19 departamentos de la provincia.

Por el contrario, si el ganador es Bielsa, tendrá la tranquilidad de contar con mayoría en ambas cámaras legislativas –por disposición constitucional en Diputados el partido que gana tiene mayoría automática de 28 bancas– y una transición que podría ser menos conflictiva con quien fue, de alguna manera, el padre de su candidatura, del sistema electoral que lo puso como aspirante del peronismo y virtual jefe de campaña, Jorge Obeid.

Es que, al fin de cuentas, continuidad o cambio son cosas que se juegan en la elección de este domingo.