En 2010, a Rachelle Friedman Chapman la empujaron a una pileta durante su despedida de soltera. La virulencia del impacto le lesionó cuello y provocó la pérdida de la movilidad en gran parte de su cuerpo.

Lejos de amedrantar su deseo, la joven –que se casó unas semanas después y hoy es madre de una niña– comenzó a practicar deportes (rugby en silla de ruedas, bicicleta y surf) tras el accidente.

Además, emprendió un camino para dar cuenta de la vida sexual –y la sexualidad– de las personas en situación de discapacidad.

Es así que Rachelle decidió posar en ropa interior para romper los estereotipos y demostrar eso que se llama normalidad no nos define como seres humanos.

Rachelle Friedman Chapman
Fuente: The Huffington Post

“Hago esto para aquellos que no pueden ver más allá de la silla de ruedas. Lo hago para que vean que somos seres sexuales, capaces, y no debemos ser subestimados. No estoy haciendo glamourosa la discapacidad, mi parálisis es una parte horrible de mi vida y espero una cura. Pero mientras tanto, necesito amarme”, escribió en su cuenta de Facebook.

La serie de fotos fueron publicadas en la sección “Woman” (mujer) del The Huffington Post.

Rachelle acusa que hay un consenso en los medios según el cual las personas con discapacidades no pueden amar ni ser sexis: “Quise hacer esto no solo por mi confianza, sino por todas las personas que están en mi situación que creen que no son bellas debido a un defecto”. 

Fuente: The Huffington Post