Adrián Abonizio siempre merodeó el tango. De “Mirta de regreso” para acá, muchas de sus canciones, más o menos explícitamente, han mamado de este género, por más que el rótulo haya sido otro: “trova rosarina”, “música urbana”, “rock nacional”, o el que sea.

Ahora, con décadas de carrera en el lomo, la cuestión más clara que nunca: Abonizio presentará esté sábado a las 21.30 en el Gran Salón del quinto piso de Plataforma Lavardén, en Sarmiento y Mendoza, un disco tanguero hasta la médula, desde el nombre hasta el último acorde: que es claramente de tangos, desde el nombre (Tangolpeando), hasta el último acorde.

No, no son las canciones de siempre de Abonizio. Salvo por una versión muy cambiada que la que popularizó Juan Carlos Baglietto de “Constitución de noche”. Se trata de auténticos tangos, que abrevan desde lo músical e instrumental, y hasta en la temática de las letras, en lo más tradicional del género. Pero también con rasgos de absoluta actualidad. Si hasta el Iphone tiene lugar en una de las canciones.

Como sea, Abonizio demuestra una vez más que es un gran hacedor de canciones. Y a la hora de cantar, está lejos de impostar o de imitar a los grandes cantores del género. Es el Adrián de siempre, sin sobreactuación de ningún tipo.

“Definitivamente, no impostó su voz para simular el cantor de tangos que no fue ni será. Curiosamente, esta ausencia o sustitución –un estilo de canto más moderno allí donde se esperaba la retórica del tango clásico– termina acrecentando la credibilidad de canciones que, con toda seguridad, serán la delicia de los degustadores de tangos reos. Una voz coetánea, un sonido tradicional y un repertorio a estrenar: ¿será esta la clave del tango canción del siglo XXI?”, escribió el periodista Sergio Pujol en las notas del disco.

En el recital Abonizio estará acompañado por su socios compositivo, Rodrigo Aberastegui, en guitarra y piano; Erica Di Salvo (que tocó con Charly García) en violín y el Muerto Sainz en contrabajo.

El disco lo editó BlueArt.