El sacerdote Osvaldo Bufarini, quien ofició de mediador entre la Corriente Clasista Combativ. y las autoridades provinciales por el conflicto que mantienen en torno al campamento de protesta que desde hace una semana se instaló en plaza San Martín, aseguró este miércoles a la noche que la primera reunión no pudo terminar con el conflicto, aunque rescató que fue "positivo" que se sentarán a dialogar.
El titular de Cáritas Rosario aseguró que la pobreza en la que vive la gente que protesta, de barrios como Nuevo Alberdi y Toba, hace que se genere una "montaña de pedidos". Sin embargo, aclaró que los manifestantes ya no piden dinero en efectivo "sino elementos para hacer frente al fío".
Bufarini contó a Rosario3.com que a pesar de que el encuentro de este miércoles en la Parroquia de Fátima se desarrolló en "buenos términos" aún se mantiene una brecha entre lo que la CCC pide y lo que el gobierno ofrece. La organización exige ropa, colchones y alimentos, entre otras cosas, para unas 3500 personas, mientras que los delegados provinciales ofrecieron para la mitad de esa cifra. Por eso, la negociación seguirá este jueves.
"Ellos (Promoción Comunitaria) dicen están decididos resolver la situación, pero la pobreza es tan grande que no se puede arreglar el tema. Son muchos reclamos. No está en sus manos resolver todas las cosas. La gente necesita vivienda, infraestructura, trabajo, escuela, capacitación, alimentos", enumeró. Y planteó que para resolver el conflicto "deben involucrarse además la Nación y la Municipalidad".
"Me pidieron que acerque las partes, que los pedidos sean razonables. Durante toda la semana he venido hablando. He ido a la plaza para ver que estuvieran bien", sostuvo el cura. "Pero, ¿si a alguien le pasa algo con este frío?", se preguntó. "Hay que resolver el tema", concluyó.