Jorge Achucarro se mueve en la cancha como en la vida. Marcado por sus orígenes humildes en su Asunción natal, anda por Bella Vista como pidiendo permiso, como estudiando el terreno todavía, más allá de que fue el primer refuerzo en llegar a Newell’s. Y desde el cuerpo técnico, atentos a esa conducta, intentan moverle el piso para su bien y el del equipo.

“El técnico me pide que agarre más confianza, que trate de ser un poco más atrevido a la hora de jugar, y a la hora de encarar el arco contrario”, reconoció Achu, muy generoso y poco resolutivo por lo que se vio hasta ahora en los ensayos. “No me han retado, pero sí me han dicho que tengo que ser un poco más egoísta”, confió.

“Mi característica no es la de centrodelantero, yo me defino como el acompañante de un centrodelantero; por eso, puede ser que me esté faltando un referente en el área en este momento”, razonó el paraguayo. Queda claro que tras su recuperación, el grandote Joaquín Boghossian será su socio.

“Yo no me considero titular, sigo trabajando para que el entrenador me tenga en cuenta, por ahora le estoy llenando el ojo al técnico y vamos a ver qué decide él”, sentenció el atacante que llegó de Atlas de México.

Justo cuando comenzaba a entenderse con Salcedo, el nueve se fue a Lanús. Pero Achucarro hace una aclaración: “Con Santiago ya nos conocíamos desde hace mucho, de los 14 años que jugamos juntos; después, cada uno tomó su rumbo, nos volvimos a encontrar acá en Newell’s, y ahora nos separamos de nuevo”.

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Achucarro espera ganarse un lugar en la alineación titular