Incluso un poco de ejercicio puede mejorar la salud mental de los adolescentes con sobrepeso, según una investigación reciente.

Un estudio canadiense halló que una cantidad baja de actividad ayuda a los jóvenes con problemas como insatisfacción corporal, alienación social y autoestima baja.

"Lo primero que digo a los adolescentes y a los padres que batallan con el peso en mi consultorio es que tiren la balanza", afirmó en un comunicado de prensa del Hospital de Niños Enfermos de Ontario Occidental el doctor Gary Goldfield, psicólogo a investigador clínico del Instituto de Investigación del hospital, y profesor asociado de pediatría de la Universidad de Ottawa. "Hoy en día, estos niños se enfrentan a suficientes desafíos con el acoso y la presión paritaria. Este nuevo estudio es una prueba positiva de que incluso una dosis modesta de ejercicio es la receta para una mejora en la salud mental".

Los investigadores asignaron aleatoriamente a 30 adolescente de 12 a 17 años de edad a montar en una bicicleta estacionaria mientras escuchaban música que habían elegido o a jugar un videojuego interactivo de su elección durante una hora. Completaron la actividad en un laboratorio a una intensidad de ligera a moderada. Las sesiones se repitieron dos veces por semana durante 10 semanas.

Tras el ejercicio, se preguntaba a los adolescentes qué tan competentes se sentían en los ámbitos académico, social y atlético. También reportaron sobre su imagen corporal y autoestima.

Aunque ambos grupos de adolescentes experimentaron pocos cambios físicos en las 10 semanas, pensaban que eran más competentes socialmente y en la escuela, reveló el estudio. También se sintieron mejor sobre su apariencia y peso. Los investigadores sugieren que esta mejora en la salud mental podría ayudar a los adolescentes con sobrepeso a vencer las bromas, la discriminación y los prejuicios relacionados con el peso.

"Hablamos de los beneficios psicológicos derivados de una mejor forma física que resultan de cantidades modestas de ejercicio aeróbico, no de un cambio en el peso o la grasa corporal", apuntó Goldfield. "Si se pueden mejorar la actividad física y la forma física incluso mínimamente, eso puede ayudar a mejorar la salud mental. Al enseñar a los niños a enfocarse en conductas sanas de un estilo de vida activo, se enfocan en algo que pueden controlar".

Fuente: Health Day