Un espacio cultural emblemático de la ciudad como el cine Del Patio, donde alguna vez estuvo el grupo Arteón, ya cerró. Otro espacio, algo más joven pero también importante en el firmamento local, como es el teatro La Morada, está a punto de cerrar. Paradójico, si se tiene en cuenta que Rosario está en el pico de una supuesta “movida cultural” que arrancó cuando la ciudad fue sede del III Congreso de la Lengua Española y, según sus impulsores, está lejos de terminar. Llamativamente, los dos lugares culturales que la ciudad pierde no tendrán como próximo destino un proyecto cultural.

El cine Del Patio, que había abierto sus puertas en 1998, ofreció el miércoles su última función. José Luis Bertolissi, dueño del espacio y además de los Cines del Siglo, aseguró que la decisión fue netamente económica: cada vez iban menos espectadores. La idea no era, sin embargo, que fuera una sala masiva. El objetivo con el que nació el cine Del Patio era promocionar el cine arte: esas películas que apenas si sobreviven una semana en los grandes complejos de cine porque no son rentables. Aunque la idea era buena, los números no dieron.

En realidad, no es la primera vez que cierra ese espacio. En los noventa, el cine abrió y cerró varias veces a merced de los vaivenes de la economía nacional. Pero la situación es todavía más triste si se considera que el cine de Sarmiento 780 es un lugar histórico ya que en algún momento de la historia reciente de la ciudad fue sede del mítico grupo teatral Arteón, que se creó a mediados de los 60 y se extinguió cuando llegaron los 90.

Pero hay otro espacio cultural que está por cerrar sus puertas. A fin de este mes, todo indica que también se bajará definitivamente el telón en el teatro La morada (Buenos Aires 990). En este caso, la explicación que recorre la ciudad “de boca en boca” es que la decisión de los dueños de no prestar más el espacio a cuestiones culturales derivó de las denuncias de un vecino que nunca estuvo conforme con la cercanía del teatro, en donde muchas veces se presentaron obras experimentales. Un conflicto que, de hecho, llegó a la Justicia. Aunque no está confirmado, se cree que como ha sucedido en muchas otras propiedades céntricas el teatro pronto será demolido, y en breve se construiría en el lugar un edificio.

El guiño del grupo teatral Esse est Percipi, que hasta ahora era el encargado de llevar a delante la sala La Morada, fue organizar a modo de despedida un ciclo titulado Liquidación por cierre. La propuesta es que el público pueda disfrutar en ese espacio de una gran retrospectiva de las obras del grupo y también de otras clásicas del teatro rosarino. Termina este fin de semana.