Una junta médica del Vaticano dictaminó por unanimidad no tener una explicación científica sobre una curación atribuida a la intervención del sacerdote José Gabriel del Rosario Brochero, quien de esta manera quedó a pasos de ser beatificado.

El obispo de Cruz del Eje y delegado de la Conferencia E­piscopal Argentina para las Causas de los Santos, monseñor Santiago Olivera, destacó que es un paso “muy importante” en el proceso para que el Cura Brochero puede ser declarado beato antes de fin de año.

El obispo explicó que ahora resta que una junta de teólogos analice si el hecho se produjo de acuerdo a la fe, para luego trasladar el caso a los cardenales, encargados de formalizar el pedido de beatificación al papa Benedicto XVI.

Una vez que sea beato deberá comprobarse un segundo milagro por su intercesión, ocurrido con posterioridad al primero, para llegar al honor de los altares o santidad.

El obispo de Cruz del Eje explicó que el supuesto milagro involucró a un niño que sufrió un grave accidente vial y que hoy tendría 11 años.

“Es una curación en un accidente, en el que Dios obró de una manera espectacular después de que la familia pidió por la salud del joven a través de Brochero. El adolescente volvió a tener funciones vitales en su organismo y se recuperó de un modo notable. Para nosotros, su sobrevida es un milagro”, aseguró Olivera, según publica La Voz del Interior.

José Gabriel del Rosario Brochero nació el 16 de marzo de 1840, en el paraje Carreta Quemada, cerca de Villa Santa Rosa de Río Primero, en el norte de Córdoba. El 4 de noviembre de 1866 fue ordenado sacerdote.

Tras desempeñar su ministerio sacerdotal en la catedral de Córdoba y ser prefecto de estudios del colegio seminario Nuestra Señora de Loreto, el 19 de noviembre de 1869 fue elegido vicario del departamento San Alberto, con unos 10 mil habitantes de toda Traslasierra. Se instaló en Villa del Tránsito, localidad que desde 1916 lleva su nombre.

Más adelante, el cura Brochero tuvo un papel activo en una epidemia de cólera que afectó a Córdoba. Enfermó de lepra por compartir el mate junto a pacientes con esta enfermedad, quedó sordo y ciego. Brochero murió en 1914.