El consumo excesivo de alcohol durante la adolescencia puede tener efectos duraderos en el cerebro y datos recientes muestran que estos efectos pueden afectar directamente a la descendencia de la primera generación, a sus interacciones sociales y al desarrollo en la pubertad.

El estudio ha sido publicado en Journal of the Endocrine Society, de la Sociedad de Endocrinología de EE UU. "Nuestro estudio en animales demuestra que beber hasta la borrachera antes del embarazo puede afectar a la descendencia futura", dice el autor principal, Toni Pak, de la Loyola University Chicago, en Maywood, Illinois, según publica 20minutos.

"Esto es así para las conductas de ambos padres, no solo la de la madre. Nuestros datos previos respaldan la idea de que el alcohol afecta al esperma y a los óvulos, pero este trabajo más reciente muestra el alcance de esos efectos en el comportamiento social, la maduración durante la pubertad y las hormonas del estrés a medida que la descendencia crece hasta la edad adulta", añade.

Los investigadores encontraron que un modelo de ratas con un consumo excesivo de alcohol durante la pubertad tuvo varias consecuencias para la descendencia de los animales, incluyendo un menor peso corporal, menos comportamientos de juego y una disminución de la testosterona circulante.

Además, los padres no transmitieron a la descendencia ningún rasgo adaptativo que les permitiera tolerar mejor el alcohol. "Al comprender mejor qué comportamientos previos a la paternidad de los padres afectan a las generaciones futuras, podemos hacer más por evitar su perpetuación", concluye Pak.