La Justicia laboral de Rosario “está totalmente colapsada y en vía de entrar en una situación caótica si no se adoptan medidas prontas para solucionar las demandas”, advirtió este jueves el presidente de la Cámara de ese ámbito, Enrique Girardini. El problema deriva en extensas demoras para atender conflictos entre trabajadores con sus empleadores, lo que lleva a que muchas veces los primeros terminen acordando salidas más rápidas pero poco favorables.

El reclamo es de una mayor cantidad de juzgados. Según el funcionario judicial, en la ciudad hoy hay nueve de estos organismos laborales unipersonales, cifra insuficiente para, por ejemplo, las 27.500 causas registradas el año pasado en el ámbito local (3.200 para cada uno).

En el programa De 12 a 14 (El Tres), Girardini sostuvo que existe “una tendencia a incrementarse este año”, ya que en febrero y marzo, primeros meses de actividad, ingresaron 4.000 nuevos expedientes, 900 más que el mismo periodo del año pasado.

Esta saturación perjudica siempre a las dos partes: “Al empleado, que tiene que esperar de más, y al empresario, que no tiene por qué estar dedicado a ver cuántos juicios tiene y cuánto duran”, dijo el presidente de la Cámara.

Las demoras para atender cada trámite son siderales: de nueve a doce meses, “lo que a veces lleva, por el estado de necesidad, a que las partes acepten condiciones que no son las más favorables”, analizó Girardini en diálogo con el periodista Sergio Roulier.

Detalló además que en cada juzgado trabajan cinco personas: además del juez y su secretaria, el proveyente, el empleado de mesa de entrada y el ayudante del juez durante las sentencias.

En ese sentido, el funcionario reclamó “más juzgados pero también personal especializado para ayudar al juez, tanto en las audiencias como en el dictado de sentencias”.

El titular de la Cámara laboral local atribuyó el desborde a la “mayor actividad económica” que experimentó el país en los últimos años, lo que inexorablemente desemboca en una “mayor cantidad de conflictos” en el trabajo.

“También que la ley de riesgos de trabajo antes estaba limitada al tribunal federal, y hoy pasó a los juzgados provinciales”, agregó.

Comparación irrisoria

Para graficar la carencia de la ciudad en la materia, Girardini tomó como ejemplo los casos de las otras dos ciudades más importantes del país y las diferencias, enormes, saltan inmediatamente.

Según puntualizó, en promedio, Buenos Aires cuenta con un juzgado laboral cada 34 mil habitantes, y Córdoba uno cada 20 mil. En Rosario hay uno cada 125 mil personas. “Un número óptimo sería 20 juzgados”, concluyó.