Aunque inicialmente el trastorno de pánico (TrPa) se consideró como un trastorno de la edad adulta, diversas investigaciones indican que los niños y adolescentes pueden padecerlo. Su prevalencia en población general adolescente es de alrededor del 1%, siendo más frecuente en mujeres, fundamentalmente a partir de los 14 años de edad.

Para La American Academy of Child and Adolescent Psychiatry (AACAP) las interpretaciones que realizan los niños de sus síntomas somáticos varían según sea su etapa de desarrollo. Así los más pequeños piensan que sus sensaciones físicas tienen un desencadenante externo (mi corazón va deprisa porque tengo un examen), mientras que los adolescentes piensan que las sensaciones físicas se relacionan con desencadenantes internos (mi corazón late muy deprisa y estoy perdiendo el control. De esta forma, los adolescentes podrían desarrollar un TrPa debido a que ya son capaces de realizar las atribuciones catastróficas necesarias para realizar este diagnóstico.

Según la licenciada Alejandra García, consultora de Infancia Hoy, el ataque de pánico en niños y adolescentes es tratable pero si no se diagnostica a tiempo, el desorden de pánico y sus complicaciones pueden ser devastadores. Los ataques de pánico pueden interferir con las relaciones sociales, el trabajo escolar y el desarrollo normal del niño o del adolescente. Los niños y adolescentes que padecen del desorden de pánico pueden comenzar a sentirse ansiosos la mayor parte del tiempo, aún cuando no están teniendo un ataque de pánico.

Las investigaciones actuales han querido determinar si la naturaleza del pánico es diferente en niños y adolescentes y en adultos. Un punto de interés ha sido el delimitar si los niños tienen capacidad cognitiva para realizar las atribuciones catastróficas características del pánico, como los pensamientos de pérdida de control o de volverse loco. Sabemos que el modelo cognitivo del pánico propone que el TrPa resulta de una interpretación errónea de las sensaciones corporales en forma de peligro infundado.

Estos períodos se llaman "ataques de pánico" y duran desde algunos minutos hasta varias horas. Los ataques de pánico se presentan sin dar aviso.
Los ataques de pánico pueden ocurrir en cualquier momento o lugar sin previo aviso. A menudo ocurren en los sitios menos esperados, como pueden ser en el supermercado, centros comerciales, en una reunión donde hay grupos de personas, en una reunión social, mientras viaja, o mientas descansa en unas vacaciones.

Fuente: Infancia Hoy.