Aunque el intendente Miguel Lifschitz descartó desde San Francisco un aumento de sueldo para los empleados municipales, desde el Palacio de los Leones el secretario de Gobierno municipal, Juan Carlos Zabalza, dejó entrever que podría haber una suba de una cifra de por lo menos un dígito en el salario de los trabajadores del municipio.

Consultado por Radio 2, Zabalza resaltó, en la misma sintonía que el intendente, que "el reclamo del 20 por ciento es exagerado". "El sindicato conoce la realidad económica del municipio, que en noviembre terminamos de pagar el 32 por ciento de aumento", señaló Zabalza.

Sin embargo, el secretario de Gobierno municipal, no descartó que pueda haber un incremento salarial menor al que demandan los municipales. "Todo es difícil pero creo que hay que buscar la forma. Los precios subieron y esto hay que acompañarlo para que no decrezca la capacidad adquisitiva salarial", indicó el funcionario.

Las declaraciones de Zabalza abren otro panorama de debate con los empleados municipales; por lo menos ponen en la mesa de discusión otra alternativa para que los trabajadores analicen: fijar otro monto para el aumento. Quizás las del secretario de Gobierno sean las palabras mágicas para que este 2007 no tenga un horizonte de conflicto que ya anunciaron los empleados del municipio.

Desde San Francisco, el intendente Miguel Lifschitz había sido contundente.  "El municipio no está en condiciones de afrontar un incremento. El presupuesto 2007 no tiene la solvencia como para permitir una suba salarial", advirtió Lifschitz en diálogo con el periodista Sergio Roulier.

El secretario general del Sindicato de Municipales, Néstor Ferraza, aseguró que exigirán un incremento del 20 por ciento en el sueldo básico. Además, Ferraza sostuvo que la cifra del 20 por ciento es acorde a la inflación real, no la que difunde el gobierno y advirtió sobre la posibilidad de que el gremio decida medidas de fuerza si no hay repuesta.

El año pasado fue profuso en medidas de fuerza por parte de las municipales, que obtuvieron así el aumento del 20 por ciento que reclamaban.

El reclamo de los municipales se da en el mismo momento en que la conducción del gremio de los choferes de colectivos discute con los empresarios del sector un aumento de sueldo. También los colectiveros pararon en 2006 y por ambos conflictos muchos costos políticos pagó Lifschitz.