Abrupto cambio. Cuando todo parecía señalar que las horas de Pizzi en Central estaban contadas, este lunes algo se modificó. Primero, desde el seno de la comisión directiva; después, desde el entorno del entrenador. Y así, Juan Antonio Pizzi pasó de estar con un pie afuera del club a contar con una concreta chance de quedarse.

Es que en la reunión que mantuvieron los directivos ayer por la tarde se consensuó que lo mejor para Central sería no cambiar todo para no tener que arrancar de cero, valorar lo bueno realzado por este cuerpo técnico y darle una oportunidad más ante la buena imagen que, en su mayoría, dejó el DT entre la gente. 

De esta forma, ahora todo dependería del propio entrenador, que ayer estuvo en Santa Fe junto a su familia tratando de asimilar el golpe sufrido en San Juan y poniendo en la balanza lo bueno y lo malo de su paso por el canalla. Sin dudas, a pesar del resultado final de la campaña y la presión que tanto lo agobió, el saldo le da positivo porque cree que los jugadores le respondieron y que les faltó muy poco para lograr el objetivo.

Así, toma fuerza la declaración que hizo su ayudante, el chileno Manuel Suárez, quien tiró: "Queremos revancha", que parecía fuera de tiempo y ahora luce como toda una declamación de intenciones. La última palabra la tendrá el técnico, que ya no tendrá a Jorge Fleitas (se irá a Chile) en su cuerpo técnico y que, de aceptar el desafío, buscará atrapar lo que increíblemente se le escapó al final.