Nada de veda. Al final, el gobernador Jorge Obeid decidió vetar la ley que, después de arduas y complicadas negociaciones, prohibía por 90 días la pesca del sábalo.

El jefe de la Casa Gris tomo esa decisión, en medio de la discusión sobre el monto del subsidio que se le iba a dar a los pescadores: ellos reclamaban 800 pesos, el gobierno pretendía 400.

La veda no conformó a los pescadores, que decidieron realizar, los rosarinos, un corte de tránsito en el puente a Victoria que aceptaron levantar al mediodía. "El río necesita descanso", afirman desde el Sindicato de Pescadores.

Con la amenaza de un nuevo conflicto con este sector en puerta, el mandatario resolvió volver a fojas cero con un tema que, desde que se planteó, generó polémicas y protestas.

Pero la medida lejos estuvo de apaciguar los ánimos ya que los pescadores estaban conformes si la prohibición venía con subsidio.

Uno de los argumentos oficiales es que la veda no servirá para preservar a esta especie en riesgo si la prohibición rige para los pescadores de una orilla del río Paraná (Santa Fe) y no para los de la otra (Entre Ríos) y que además no hay tiempo material para implementarla.