El siete veces campeón del mundo de la Fórmula Uno, Michael Schumacher, no está demasiado triste. Aunque le dijo adiós a las pistas, su despedida se vio endulzada por muchos y costosos regalos. Quizás ninguno tan particular cmoo una isla artificial ubicada frente a las costas de Dubai. Y, por supuesto, el último bólido de Ferrari, escudería a la que perteneció. 

Ferrari regaló al alemán el auto con el que disputó su última carrera el domingo en Brasil, según afirma La Gazzetta dello Sport. El Ferrari 248 F1 con el número de carrocería 255 que empleó en el Gran Premio de Brasil cuesta tres millones de euros.

Los coches rojos de la temporada 2004 fueron vendidos por alrededor de 2,4 millones de euros, pero el regalo que recibió el heptacampeón del mundo es mucho más valioso, según el diario italiano. Su último Ferrari estará expuesto en el museo de Schumacher en la localidad alemana de Kerpen.

El diario alemán Bild asegura, por otra parte, que el jeque Mohammed Rashid Al Maktoum ha regalado a Schumacher una de las 300 islas que se encuentran ante la costa de Dubai.  "Dentro de dos años estarán todas las islas acabadas. Entonces Michael y Corinna (su esposa) tendrán su propia isla de vacaciones", dijo el manager del ex piloto, Willi Weber, al diario.

"Michael todavía reflexiona sobre cómo será exactamente su isla. Quizás construya incluso una pista de karts".
Las islas tendrán entre 2,5 y 10 hectáreas de superficie y sólo se podrá llegar a ellas en helicóptero o en barco. El costo de las islas es de 4,5 millones de euros (5,6 millones de dólares), según estima Bild.