La crisis de combustible que se sufre sobre todo en el interior del país se expande ahora no sólo ahora hacia Buenos Aires, sino que podría afectar la provisión de nafta. Mientras tanto, desde el sector productivo aseguran que el mercado negro ya está funcionando y allí el gasoil se paga a dos pesos.  

La falta de gasoil es un problema que afecta desde hace varios meses al interior del país y ha complicado las tareas agropecuarias sobre todo en épocas de siembra y cosecha. Pero lo que comenzó como un fenómeno del interior, ya se extendió a Capital Federal. La fijación de cupos por parte de las petroleras y refinerías distribuidoras complicó el mercado e hizo que los empresarios seleccionaran a sus clientes y marginaran –según su parecer– a quienes no querían abastecer. Así fue como se establecieron diferentes cupos para cada estación de servicio, aunque, en líneas generales se les disminuyó la entrega en un 30 por ciento de la venta que mensualmente tenían.

El problema de fondo radica en los márgenes de ganancias. Las petroleras utilizan como chivo expiatorio al mercado interno para conseguir que el gobierno les baje los impuestos por este tipo de ventas; lo hace a través de la retención de combustible y la consecuente fijación de cupos para lograr un excedente destinado a la exportación, que les deja un mayor margen de ganancia. Los empresarios hablan también de la posibilidad concreta de que comience a implementarse un cupo en la venta de naftas al mercado interno por la misma razón. Exportar es mucho más conveniente para las petroleras que abastecer a los consumidores locales y si el Estado no asume su responsabilidad de contralor, además de gasoil, en poco tiempo más podría empezar a faltar también nafta.

A pesar de los rumores de incremento en el precio del gasoil, para los sectores empresarios es poco probable que el gobierno permita el aumento porque esto provocaría una disparada del índice inflacionario, con un costo político muy elevado para el gobierno nacional. Pero, en efecto, algunos aseguran que desde hace varios días quien quiere conseguir gasoil puede hacerlo siempre que esté dispuesto a pagar 2 pesos, es decir 51 centavos más que lo que marca la tarifa.

“Personalmente me he reunido con el secretario de combustibles y me sorprende su respuesta. Dijo que las petroleras están trabajando al 95 por ciento, entonces yo me pregunto a dónde va ese combustible. Responder esa pregunta es una tarea del gobierno", aseguró Rosario Sica, la presidenta de la Federación de Empresarios de Combustibles de la República Argentina (Fecra) a Rosario3.com.

En los últimos días la secretaría de Energía ordenó inspecciones en las petroleras Shell y Petrobrás y retiró documentación a fin de comprobar los volúmenes de producción y los destinos de comercialización. “Lo que debería hacerse, además, es sancionar una ley de hidrocarburos que impida a las petroleras tener bocas de la misma marca porque esto plantea un escenario de desigualdad absoluta en la distribución con las que no pertenecen a esa marca”, explica Sica y defiende la posición de las Pymes que se ven discriminadas frente al poder de las grandes petroleras.