Un terrorista suicida acabó hoy con la vida de al menos 22 trabajadores de la construcción en la ciudad iraquí de Hilla.

La explosión hirió además a 44 personas, informó la policía. El suicida condujo un vehículo hasta el lugar en el que los jornaleros de la construcción esperaban trabajo y ya allí y dentro del coche activó el cinturón explosivo que llevaba.

La ciudad de Hilla, situada unos 100 kilómetros al sur de Bagdad, está habitada mayoritariamente por chiitas.

En otros atentados en Irak murieron hoy otras tres personas.

Por otra parte, la cadena Al Arabiya informó de que cuatro trabajadores norteamericanos de una empresa de seguridad que habían sido secuestrados el jueves fueron liberados en el sur de Irak. Los secuestradores fueron detenidos.

Un portavoz de la policía en Basora dijo sin embargo que los secuestrados aún no están libres.

El cadáver de un trabajador austriaco de la misma empresa fue hallado el viernes en el desierto cerca de Basora. Había sido secuestrado junto a los estadounidenses.

Por otra parte, el ex secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger (1973-1977) ha dejado de creer en un éxito militar en Irak, según sus propias palabras.

El establecimiento de un gobierno iraquí que pueda controlar la guerra civil "no será posible" en breve, dijo hoy Kissinger en la cadena británica BBC. Paralelamente advirtió no obstante de que una retirada rápida de las tropas estadounidenses y británicas de Irak tendría "consecuencias catastróficas" para toda la región.

Kissinger propuso una conferencia sobre Irak en la que junto a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad -Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña y Francia- también estén los vecinos de Irak, así como India y Pakistán.

Se pronunció además expresamente a favor de una participación de Irán, país con el que Estados Unidos debería volver a conversar, dijo.