"No hay cambio de conducta". María del Carmen Alarcón, que renunció a la Secretaría de Integración Regional del Ministerio de la Producción de Santa Fe para encabezar la flamante Secretaría de Integración del gobierno nacional, siguió este jueves a la mañana con su intento de justificar su pase a las filas K, en tanto anunció que en las próximas horas se reunirá con la presidenta Cristina Kirchner.

La ahora funcionaria nacional sostuvo que su doble salto mortal –el año pasada hasta fue proesada por ser parte de los piquetes agropecuarios– es por su apuesta a buscar una salida definitiva al conflicto gobienro-campo. "Nadie cambió la actitud, no cambié para nada. Lo que sí cambió en nosotros es la vocación de ver cómo lo solucionamos definitivamente", explicó la ex diputada justicialista.

"No quiero mirar de hoy para atrás. Si miro para atrás, no puedo hacer nada, prefiero mirar para adelante. Hace meses que la gente espera en el interior: la gente tiene unas ganas de trabajar enormes, y tiene muchos problemas", insistió.

La gran Latore

El traspaso de María del Carmen Alarcón se da en medio del conflicto entre la administración nacional y el campo. Y es el segundo caso en pocos días: aún resuena la polémica en torno a la también "ex chica Reutemann" Roxana Latorre que la semana pasada fue el epicentro de la discusión por su aval a un dictamen oficialista en la cámara de Senadores.

Se trata de dos borocotizaciones en menos de quince días protagonizadas por dos mujeres que tuvieron un mismo jefe político. El gobierno nacional parece haber jugado una estrategia que repercute en una provincia donde el conflicto agropecuario se siente con fuerza y donde sus dos principales referentes políticos se atribuyen la representación de los sectores productivos.

Una nueva apuesta de la gestión K que impacta en el binnerismo que supo cobijar a Alarcón y en el reutemismo que se queda sin su dama fuerte.

En la gestión provincial no avalan la decisión de Alarcón y sostienen que "es una definición personal que en nada tiene que ver con la administración de Binner".

Fuentes del gobierno socialista manifestaron su preocupación por la posibilidad de que el traspaso de la funcionaria sea interpretado como un acuerdo entre el socialismo y el kirchnerismo, una lectura que descartaron categóricamente.

"Un aporte"

El pase de Alarcón se definió luego de un encuentro entre ella y el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.  Previamente, Pampa Sur había ofrecido al gobierno nacional una Secretaría de Integración similar a la del gobierno de Lula.

"Ya le comuniqué mi decisión al gobernador Binner y al ministro (de la Producción). No tuve tiempo de renunciar en el cargo provincial", dijo a Rosario3.com Alarcón y consideró que no cree que en el socialismo se enojen con ella: "No veo motivos, siempre he actuado correctamente y tuve una conducta frentista".

Por otra parte, justificó su cambio al gobierno nacional en que "la gente en el interior la está pasando muy mal y desde Pampa Sur no queremos ser responsables de la confrontación".

"La necesidad de la gente no tiene ideología. Vengo a hacer un aporte para la solución de los conflictos en Argentina", añadió Alarcón.

Más temprano, en declaraciones a medios cordobeses Alarcón había asegurado que su decisión "no significa pasar de bando" y que lo hizo para "llevarle la solución a productores, que hace tiempo escuchan discursos por televisión pero no ven acciones concretas".

Durante el conflicto del campo desatado el 11 de marzo de 2008, Alarcón fue una de las dirigentes más críticas de la gestión kirchneristas y más cercanas a los ruralistas, lo que hace más sorpresiva la decisión de la creadora del partido Pampa Sur.

Este miércoles por la mañana en Radio 2, había asegurado que no volvería al kirchnerismo pese a que se manifestó en contra del paro lanzado por la mesa de enlace agropecuaria para interrumpir la comercialización de granos y carne por una semana, desde el viernes que viene.

La función que Alarcón realizaba en el Ministerio de la Producción se basaba en mantener una comunicación fluida con las provincias de Entre Ríos y Córdoba, gobernadas por el justicialismo, además de entablar nuevas relaciones con potenciales mercados para la provincia.

Al mismo tiempo, tenía a su cargo la gestión para que desde el propio gobierno nacional se invierta más en la infraestructura de las provincias como contrapartida de las retenciones aportadas.

Una ex chica Reutemann

Alarcón se inició en la política de la mano de Carlos Reutemann, de quien fue la secretaria de Protocolo cuando el Lole era gobernador. Su figura adquirió mayor relevancia cuando se fue de la comisión de Agricultura enfrentada con el jefe de la bancada oficialista de Diputados, el también santafesino Agustín Rossi. En ese momento funda su propio espacio político al que denominó Pampa Sur.

Alejada del oficialismo defendió al sector agropecuario y tuvo un lugar en la gestión de Binner luego de acompañar al socialista en toda la campaña que lo llevó a la Casa Gris.