El gobierno y el Parlamento alemán pidieron que la sociedad se centre mas en recordar a las víctimas y menos en los motivos de los terroristas de la Fracción del Ejército Rojo (RAF), que hace 30 años azotaron Alemania con una serie de crímenes.

"Durante mucho tiempo, las víctimas han sido percibidas como las veían sus asesinos", dijo la ministra de Justicia, Brigitte Zypries, en el acto celebrado en el Museo de la Historia Alemán en Berlín con motivo del 30 aniversario del secuestro y asesinato del presidente de la patronal alemana Hans Martin Schleyer a manos de la RAF.

"Sólo últimamente las víctimas han sido puestas en el centro de la atención y son vistas como esposos, padres, hijos o amigos", agregó la ministra.

Zypries aseguró además que la conmemoración del asesinato de Schleyer debe ser una ocasión para la autocrítica por parte del Estado y la Justicia, que estuvieron demasiado tiempo concentrados en los autores de los crímenes.

"Tan importante como el castigo para los culpables es la ayuda a las víctimas y sus deudos", dijo la ministra.

Por otra parte, Zypries calificó de "escandalosas" e inaceptables las declaraciones de ex terroristas en las que buscan ahora justificar los crímenes cometidos cuando militaban en la RAF, organización que se auto-disolvió a finales de los años 90.

Este tipo de manifestaciones, según Zypries, están lejos del arrepentimiento debido y prolongan el dolor de los deudos.

Zypries se refirió concretamente a lo dicho por el ex terrorista Rolf Clemens Wagner, que fue condenado por su participación en el secuestro y asesinato de Schleyer y posteriormente indultado.

Wagner calificó el secuestro de Schleyer como una acción correcta "desde la perspectiva actual".

El presidente del Parlamento Alemán, Norbert Lammert, también se refirió a las declaraciones de Wagner al que acusó de ser representante de un cinismo que desprecia a los seres humanos.

Lammert pidió que los ex terroristas aclaren qué participación personal tuvieron en los actos de la RAF y dijo que resulta revelador que justo aquellos que reprochaban a sus padres el no haberse confrontado con el pasado nazi guarden silencio ahora sobre actos de los que son responsables.

Tanto Lammert como Zypries se pronunciaron en contra de la tendencia a glorificar los actos de la RAF que ambos aseguraron observar en algunos artículos y obras recientes.

Durante el acto, escolares berlineses leyeron los nombres de las 37 personas que fueron asesinadas por la RAF ante cerca de 300 personas entre las que había unos setenta familiares de las víctimas.