En Hollywood e incluso en algunos paquetos barrios porteños, el botox está de moda. Sin embargo, un grupo de científicos advierte que así como borra las arrugas, este popular producto "rejuvenecedor" podría además alterar el cerebro.
Un reciente estudio ha revelado que la toxina botulínica, mundialmente conocida como botox, podría causar severos daños en el cerebro y afectar el sistema nervioso central. La investigación, publicada en el Journal of Neuroscience, plantea que la sustancia puede afectar la capacidad de las células para comunicarse a través de los circuitos de la espina dorsal.
Los pro botox señalan que el estudio no es concluyente y que los efectos negativos aún no han sido corroborados en el cuerpo humano, ya que sólo se hicieron pruebas de laboratorio con ratones.
No obstante, el próximo paso de la investigación será testear el botox en monos, más parecidos a los seres humanos, para analizar los resultados y ver si, en efecto, es perjudicial para el cerebro.


