Tailandia está en alerta máxima porque teme posibles ataques de la insurgencia musulmana durante la festividad lunar budista, llamada Makha Bucha.
  
En un intento por evitar actos violentos, las autoridades incrementaron la seguridad en centros comerciales y en una serie de lugares públicos de Bangkok. Los ciudadanos fueron advertidos de que no entren en los centros comerciales usando lentes de sol y gorras de béisbol, ya que es asi como habitualmente se visten los insurgentes. Lo que intentan es no confundir a gente común con miembros de grupos terroristas.

La festividad lunar budista, Makha Bucha, que arranca este sábado, conmemora el primer sermón de Buda ante una congregación de 1.250 personas y se trata de un periodo frecuentemente agitado en tiendas y lugares religiosos.