Los tumores malignos en la adolescencia por lo general se detectan tarde, hecho que puede explicarse por la falta de especialización médica para esa etapa de la vida, indicaron expertos británicos.

Para llegar a estas conclusiones, la investigadora Susie Pearce y su equipo de colaboradores entrevistaron a 24 jóvenes, con cáncer en edades comprendidas entre 15 y 24 años. De esta forma conocieron como los adolescentes debieron ser atendidos por diversos médicos antes de recibir un diagnóstico definitivo, y que muchos de los síntomas generales fueron pasados por alto. Entre estos destacan el cansancio, desarreglos menstruales, trastornos digestivos.

Todos ellos fueron atribuidos a la edad, exceso de peso, falta de ejercicio, dieta inadecuada o el estrés escolar, indicó Pearce. Recibir un diagnóstico de cáncer es algo muy traumático a cualquier edad y el proceso que lleva puede tener un impacto particularmente especial para los adolescentes, porque supone un reto importante en un momento en que se está desarrollando su identidad y su modo de relacionarse con el mundo, aseguró.

De ahí que los médicos deben remitir a los adolescentes con urgencia cuando estos les visiten con frecuencia por el mismo problema, concluyó Pearce.

 

Fuente: Prensa Latina