Un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), organismo regional de las Naciones Unidas, reveló nuevas estadísticas sobre jóvenes vulnerables, en un trabajo realizado por Gonzalo A. Saraví, investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas), de México.

Según ese informe, los jóvenes latinoamericanos de sectores pobres valoran cada vez menos la escuela y el trabajo como mecanismos de movilidad social, mientras el consumo material y el simbólico se potencian como elementos de identidad y de inclusión o exclusión social.

De acuerdo con Saraví, un número creciente de jóvenes cree la educación secundaria es incapaz de generar mejoras en sus condiciones de vida, pese a que estos estudios se han masificado. El mismo descrédito experimenta el mercado del trabajo, ante la extendida precariedad laboral, inestabilidad y bajos ingresos.

Para su estudio, este investigador entrevistó a mexicanos de sectores desfavorecidos y revisó informes realizados en Perú y en las favelas brasileñas de Sao Paulo, donde muchos jóvenes admiten que han perdido interés por estudiar o trabajar.

Saraví señala que la crisis del sentido de la escuela y el trabajo ha provocado el aumento de la migración, actividades ilícitas y conductas evasivas, por lo que los dilemas que se plantean para la agenda pública adquieren mayor complejidad y urgencia.


Fuente: EFE