Ocho de cada diez muertes son causadas en Argentina por enfermedades no transmisibles, principalmente cardiovasculares y ante las cuales, se pueden adoptar medidas de prevención para disminuir su incidencia.

Así lo alertó un informe de la Fundación Interamericana Corazón (FIC) donde se reiteró la necesidad de atender a los factores de riesgo sociales evitables, para poder proteger al corazón.

Esos factores evitables son el consumo de tabaco, la alimentación inadecuada, el abuso de alcohol y el sedentarismo, a los que debe sumarse la realización de chequeos médicos para evaluar la presión arterial, los niveles de colesterol, triglicéridos y diabetes.

En ese sentido, Verónica Schoj, directora de la FIC, consideró que "las políticas públicas pueden influir notablemente para que todos puedan adoptar conductas saludables" y rescató la importancia del "contexto social, para poder llevar adelante los hábitos de vida sana que protejan al corazón".

Porque insistió en que "el cuidado del corazón de una población no sólo es consecuencia de conductas individuales como el hacer ejercicio, no fumar, respirar aire puro y comer sano, sino de medidas sanitarias a las que puedan acceder todos los habitantes".

Los datos de la FIC sobre factores de riesgo evitables señalaron que el tabaco causa el 71 por ciento de los casos de cáncer de pulmón, el 42 de enfermedades crónicas respiratorias que comprometen el sistema cardiovascular y el 10 por ciento de patologías cardíacas.

En cuanto al sedentarismo, precisó que cerca de 3.2 millones de personas mueren cada año en el mundo a causa de la actividad física insuficiente.

En tanto, las personas que no realizan actividad física tienen entre un 20 y 30 por ciento de mayor riesgo de mortalidad, especialmente por aumento de riesgo de hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, diabetes y cáncer.

También, la falta de una alimentación saludable causa el aumento de la presión arterial, la glucemia, las alteraciones del perfil de lípidos sanguíneos, el sobrepeso y la obesidad.

Aunque las muertes por enfermedades no transmisibles se dan principalmente en la edad adulta, los riesgos asociados a las dietas ricas en grasas saturadas y trans comienzan en la niñez.

Los riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares, infartos y diabetes aumentan a medida que aumenta la masa corporal y en cuanto al consumo de alcohol, más de la mitad de las muertes que ocasiona se producen por enfermedades no transmisibles, incluyendo cáncer, enfermedades cardiovasculares y cirrosis.

Por su parte, Mariela Alderete, vicedirectora de la FIC, rescató "el encarar el trabajo desde la salud pública para concientizar sobre la importancia del cuidado del corazón y la prevención de las enfermedades cardiovasculares".

En tanto, insistió en que "el poder acceder a los controles médicos cardiovasculares es una de las principales herramientas con la que tiene que contar la población para el cuidado del corazón".

Fuente: Telam