Violentas protestas estallaron en la ciudad iraquí de Falluja, bastión de la resistencia sunnita, y en Tikrit para protestar por la ejecución del ex presidente Saddam Hussein. Al menos 61 personas murieron este sábado y otras 70 resultaron heridas en una serie de atentados que sucedieron luego de la sentencia.

Un coche-bomba explotó tres horas y media después de la ejecución del ex presidente Hussein en un mercado de la ciudad chiita de Kufa, en el sur de Irak, donde causó 35 muertos y 45 heridos, informó la agencia Nina.

En Kufa, a pocos kilómetros de Najaf, vive el dirigente chiita Moqtada Sadr. La agencia Nina reportó en principio que la explosión, a las 9.30 locales (3.30 de la Argentina) causó "decenas de muertos y heridos".

Esas fuentes habían dicho que la policía capturó al responsable del ataque, pero después se informó que el presunto atacante fue linchado por una multitud.

En tanto que en el barrio de Hurriya, noroeste de Bagdad, tres explosiones de coches bomba dejaron al menos 26 muertos y 25 heridos.

En ese barrio, donde antes de la invasión de 2003 convivían chiitas y sunnitas, dos coches bomba estallaron en una calle comercial y otro cerca de una escuela primaria.

Luego de que se confirmara el jueves que Saddam sería ejecutado, el partido Baaz, creado por el ex mandatario, advirtió que si se realizaba el ahorcamiento la violencia aumentaría considerablemente.

Los seguidores de Saddam también incendiaron el tribunal de la localidad de Qarma, muy cerca de Falluja, donde también hubo tiroteos con fuerzas de seguridad. 

En Tikrit, ciudad natal de Hussein, los manifestantes se reunieron en los alrededores de la gran mezquita que él hizo construir y que lleva su nombre.

En cambio, hubo manifestaciones a favor de la ejecución en Najaf, la ciudad santa chiíta del sur del país, donde muchos pobladores salieron a festejar. Lo mismo ocurrió en Basora.