Andrew Weil, director de Medicina Integral de la Universidad de Arizona y galeno popular en Estados Unidos, popularizó las técnicas de respiración como vía para lograr la relajación, disminuir el estrés y la ansiedad o, simplemente, reducir el dolor de espalda. La clave reside en inhalar y exhalar correctamente el aire con la postura adecuada. El método es conocido como 4-7-8.

El ejercicio consiste en tumbarse o sentarse con la espalda recta y apoyada. Una vez lograda la postura adecuada se debe colocar la punta de la lengua justo detrás de los dientes frontales, donde comienza el paladar. No se debe realizar más de cuatro veces al día durante el primer mes.

Estos son los tres pasos de la terapia:

- Cierre la boca e inhale el aire a través de la nariz. Cuente hasta cuatro.
- Aguante la respiración durante siete segundos.
- Espire completamente el aire de sus pulmones durante ocho segundos. Es importante realizar un sonido fuerte mientras se hace. 

El cuerpo humano tiene un músculo “transverso del abdomen" (una especie de faja que recubre desde la columna vertebral hasta la línea alba, la que está debajo del ombligo). Es un músculo muy importante para el equilibrio lumbopélvico y, por consiguiente, para toda la columna. Su función principal es la de estabilizar nuestra postura para proteger la zona lumbar y, además, actúa comprimiendo las vísceras de la zona del abdomen. Es un músculo intrínseco de la columna y también es un músculo exhalador lo que significa que se puede detectar cuando se expulsa el aire.

Andrew Weil aclara en su página web que “su método, a diferencia de otros tratamientos como los farmacológicos, surte más efecto cuanto más se practica”. Advierte también de que en un principio no debe realizarse demasiadas veces al día (solo dos). "Cuando estemos acostumbrados, podemos repetir hasta ocho veces el ejercicio”, detalla.

El doctor Francisco Kovacs, que precisamente acaba de publicar el Libro de la espalda (Ediciones Temas de Hoy), añade que hay varios estudios experimentales, como el publicado en Alternative Therapy Health Medicine, que sugieren que en algunas personas con dolor lumbar, se han hallado alteraciones en esos mecanismos reflejos y patrones de respiración distintos (de los de las personas sanas) al hacer esfuerzos. "Hay datos que sugieren, sin que exista evidencia, que, a consecuencia de esas alteraciones, se compensarían peor las variaciones del centro de gravedad que se producen durante el movimiento, sobrecargándose la musculatura de la espalda", aclara. El entrenamiento y la coordinación de la musculatura inspiratoria (diafragma y abdominales profundos) podría contribuir a mejorar esos aspectos. En efecto: un ejercicio de respiración contra el dolor.

Kovacs agrega que ciertas técnicas de relajación que incluyen entrenamiento respiratorio (meditación consciente –o mindfulness–, yoga, taichi, chi-quong, etc.) pueden tener un efecto beneficioso adicional a través de mecanismos psicológicos y de control de estrés, hechos que se sumarían a los puramente musculares.