No fue para tanto. Eso es lo que sostienen desde el club Real de Arroyo Seco sobre el escándalo que juveniles de la institución protagonizaron en un torneo en Italia. De hecho, niegan que un jugador haya agredido físicamente al árbitro y que le hayan retirado el pasaporte.

Es más, Enricco Meauro, el empresario italiano que llevó a Real a su país, sostuvo que el fútbol de Italia está muy sensibilizado por los hechos de violencia que tuvieron su punto cúlmine con el crimen de un policía en Catania y que por eso se “amplificó enormemente” el episodio en el que participaron los chicos de Arroyo Seco.

Para él, “si no hubiera pasado esto de Catania” lo de los chicos no hubiera tenido la menor trascendencia.

El empresario, en diálogo con el periodista Alejandro Cachari en el programa Tempranísimo de Radio 2, dio su versión de los hechos: “Pasó que un jugador sobrerreaccionó, pero no es que le pegó al referí o que los chicos de Real fueron violentos”.

Real jugaba con Genoa un partido que según Meauro el propio árbitro desnaturalizó. Es que, dijo, el juez era justamente de la misma ciudad con los chicos italianos, “a quienes hasta llamaba por su nombre de pila” y favoreció claramente con sus fallos. No sólo eso, “la hinchada hostigaba a los chicos de Real” y el presidente del club, según contó, pidió que no empezara el segundo tiempo sin presencia policial.

Pero según el relato el árbitro le hizo caso omiso y en un clima que el empresario describió como “surrealista” los chicos de uno y otro equipo empezaron a pelear. El árbitro expulsó a tres jugadores argentinos, dio por terminado el partido y allí se profundizaron los incidentes.

Meauro advirtió que uno de los chicos de Real corrió al árbitro, pero aclaró que “lo pararon inmediatamente” y no hubo agresión. Además, aseguró que “no se le retiró el pasaporte, está para volver”.

Y para graficar que la prensa exageró, afirmó: “Ya tenemos invitación de nuevo para este torneo”.