La influencia alta, marcada, amplia y comprobada que tiene el colesterol sobre diferentes partes y funciones del organismo es un tema médico tradicional. Sin embargo, hasta el momento no había pruebas epidemiológicas concretas que relacionaran este factor con uno de los mayores problemas para el sexo masculino: el cáncer de próstata.

Esta enfermedad, cuya incidencia aumenta después de los 50 años es, según señala la comunidad médica, la segunda patología oncológica de mayor prevalencia en los varones, luego del cáncer de pulmón.

Si bien hace ya algunos años que se analiza su relación y posibilidad de desarrollo con el aumento o la disminución del colesterol, recientemente y a través de un estudio y un análisis publicados ambos en la revista especializada Cancer Epidemiology Biomarkers and Prevention, se estableció que "los hombres que poseen niveles reducidos de colesterol en sangre presentan hasta un 60 por ciento menos de probabilidades de sufrir tumores de alto grado, una de las variedades más severas de cáncer de próstata, debido a su capacidad de replicarse, y por ende hacer metástasis".

Esto lo afirmó el equipo científico liderado por la doctora Elizabeth Platz, de la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos, "alma máter" de un trabajo investigativo del cual participaron, entre 1993 y 1996, 5.500 hombres mayores de 55 años.

"Esta conclusión representa un nuevo aliciente para que la población tome conciencia sobre lo importante que es mantener el colesterol a raya, es decir rondando el nivel ideal (aproximadamente 200 mg/dl). No obstante, remarcamos la necesidad de seguir investigando pues si bien hemos advertido una marcada reducción de la posibilidad de desarrollar tumores de alto grado en los hombres que alcanzaron esta meta, es cierto que se trata de una variedad de alta severidad, mucho menos frecuente que el cáncer de próstata habitual. Entonces, creemos que sería importante saber si también podemos disminuir el riesgo de padecer la enfermedad en su estadío más normal", consideró la doctora Platz, cabeza de la investigación que contó con el aval del National Cancer Institute (NCI).

En un segundo acercamiento a la relación colesterol-cáncer de próstata, fueron los propios investigadores del NCI los que realizaron su estudio. Durante éste -en el marco del cual fueron analizados en 18 años los datos médicos 29 mil hombres-, se determinó que tener el colesterol bajo estaba directamente relacionado con el aumento del cáncer de próstata, no porque tener una cifra menor a la ideal fuera malo, sino porque se trataba de un indicador.

"Al ver los resultados nos dimos cuenta que lo que estábamos apreciando no era una relación causal, sino un factor al cual prestarle atención ya que colesterol bajo podía dar la pauta de la presencia de tumores sin diagnosticar", sostuvo el doctor Demetrius Albanes, jefe del equipo del NCI.

Pero, más allá de todas estas evidencias, ambos equipos médicos coincidieron: "Creemos que es prematuro aventurarnos a decir por ejemplo que los fármacos anticolesterol por excelencia, las estatinas, pueden utilizarse para prevenir el cáncer. Lo que sí, sería muy positivo si se continuara indagando en el rol del metabolismo en el desarrollo de esta enfermedad".

Fuente: Pro Salud News