Crecen los números de pacientes con bulimia y anorexia y lo que sorprende a los especialistas es que se trata de chicas cada vez más jóvenes. Mientras años atrás las pacientes de anorexia nerviosa tenían de 15 años en adelante, desde hace unos meses a esta parte las niñas que se llegan con esta patología tienen tan sólo entre 8 y 10 años de variadas clases sociales. En Rosario no existen institutos de internación públicos y para los padres y familiares de pacientes con trastornos de alimentación y bajos recursos se complica acceder a la atención médica por fuera de la órbita privada.
Según señaló a Rosario3.com el doctor Víctor Schwartz, presidente del Comité de Adolescencia de la Sociedad de Pediatría de Rosario y miembro del Grupo de Trastornos con la Alimentación del Sanatorio de Niños, en esa institución de la ciudad "se diagnostican tres casos por semana de chicas adolescentes que padecen trastornos de alimentación –bulimia o anorexia–".
Actualmente el equipo de profesionales que trabaja de forma interdisciplinaria en ese centro de salud tiene en tratamiento alrededor de 120 chicas. Pese a que el número de consultas no es bajo el especialista que también se desempeña en el hospital Alberdi indicó que "sólo entre seis y siete son internadas por año". "Las demás se tratan de manera ambulatoria ya que se deriva a una internación sólo si existe una descompensación clínica o cardiológica importante", añadió Schwartz.
En este sentido, el especialista apuntó que en Rosario no hay establecimientos públicos para la internación de chicas con este tipo de trastornos, sino que hay sólo centros de internación privados. Sin embargo, remarcó que existen hospitales como el Alberdi donde se atienden este tipo de casos. "Si bien antes estaba Aluba, hay que recordar que se trataba de una organización privada con altos aranceles que promovía la internación y aunque fuera en centros de salud público había que pagar", advirtió Schwartz.
"En los espacios donde me encuentro trabajando esta problemática el tratamiento que hacemos no apunta a la internación. Si hay contención del equipo que trabaja el tema no se recomienda porque no haría falta internar a la paciente ya que podría salir adelante con una atención ambulatoria", dijo el médico. Y apuntó: "Claro que si hay una descompensación grande se deriva a una internación".
Pero para el especialista no es tan preocupante la falta de una institución pública para internaciones ya que el dispositivo de los centros de pediatría de cada hospital público son un buen resorte para atender las primeras consultas y derivarlas para un tratamiento. Lo que si alarma al especialista es el crecimiento de los casos y la corta edad de las pacientes que llegan al consultorio.
"Hay un aumento estacional que se da casi por oleadas, pero lo llamativo es la modificación de la edad de las niñas sobre todo con anorexia nerviosa. Mientras antes la edad de comienzo de esta patología arrancaba a los 14 o 15 años, plena adolescencia, desde hace unos meses la mayoría de los casos que estamos viendo en siempre son de niñas mucho menores", lamentó. Y concluyó: "Se trata de chicas de entre 8 y 10 años".