La desnutrición que acompaña a la bulimia y la anorexia es la responsable de otras alteraciones dermatológicas como la sequedad de la piel, la fragilidad de las uñas, la alopecia y debilidad del cabello.

Según los especialistas, el hirsutismo es una de las numerosas manifestaciones que llevan a sospechar de la anorexia nerviosa. "A lo largo del proceso, puede aparecer vello en lugares poco comunes, como son los hombros o la espalda", señala Aurora Guerra, jefa de sección de Dermatología del Hospital Universitario 12 de octubre de Madrid.
Según los expertos, el pelo del cuero cabelludo comienza a perderse de forma difusa, pudiendo llegar a formarse un aclaramiento importante. "La caída es intensa. Si la anorexia no se resuelve, puede convertirse en una alopecia crónica y definitiva", resalta la doctora Guerra.

Aurora Guerra, especialista en estos casos, argumenta que "la falta de nutrientes dificulta la proliferación de las células de la epidermis, que maduran incorrectamente y se vuelve seca, descamativa y sin brillo". Por eso, añade, las infecciones superficiales son más frecuentes. Cuando se trata de bulimia, la afectación dermatológica tiene otras dos vertientes: las lesiones en la boca y las callosidades.

Debido a la repetición del vómito, principal característica de la bulimia, "por el roce del dorso de los dedos con los dientes, pueden aparecer callosidades o engrosamiento en la yema", indica la doctora Guerra, quien también explica que, tanto en la boca como en la garganta, es habitual que salgan pequeñas heridas o llagas.

La pregunta que seguramente se hacen todas las personas afectadas, al menos una vez, es si pueden recuperar el estado saludable de su piel, sus uñas y su cabello. "Igual que cuesta mucho comer el mínimo de calorías cada día, también hace falta tiempo para que algunos de estos síntomas desaparezcan".

Fuente: El mundo