El caso conmueve a toda Europa. Una mujer francesa, que padece una enfermedad terminal, logró vencer al sistema y elegir una familia adoptiva para sus cuatro hijos, que iban a ser separados en diferentes hogares sustitutos.

Marie-Laure Picat, de 36 años, sufre un cáncer incurable. Cuando la diagnosticaron a mediados del año pasado lo primero que pensó fue en el destino de sus cuatro hijos, con edades entre los dos y los once años. Se puso a trabajar, entonces, para lograr que los chicos no fueran separados en diferentes familias y que pudieran seguir viviendo en la localidad francesa de Puiseaux, a 40 kilómetros de París, donde habían nacido.

El padre biológico de los niños, un camionero, renunció a su custodia.

La mujer reconoció públicamente la influencia de los medios de comunicación en su victoria frente a la administración francesa. La mujer publicó hace poco un libro en el que recoge sus experiencias, llamado El coraje de una madre.

"Yo no sé qué les va a ocurrir a mis hijos tras mi muerte. Simplemente espero que nunca les falte amor y que sean felices", aseguró la mujer en su libro, subrayando que ahora puede irse "tranquila".