Dos viejos conocidos

Amén de la competencia que implica, el fútbol suele ser generador de amistades y afectos perdurables. Roberto Sensini y Jorge Burruchaga, actuales entrenadores de Newell’s y Arsenal, brindaron una prueba de ello, intercambiando un caluroso abrazo en la previa al encuentro.

Boquita y Burru fueron compañeros en el seleccionado nacional, donde integraron el plantel argentino que dirigió Carlos Bilardo en el Mundial de Italia ’90.

La derrota leprosa ante los del Viaducto significó el tercer encuentro como entrenadores entre Sensini y Burruchaga. Anteriormente, se habían enfrentado dos veces, con sendos empates. La primera vez estuvieron frente a frente en el Apertura 2008, pero ambos estaban en distintos equipos. El partido se jugó en La Plata y finalizó 2-2 entre Estudiantes (Sensini) y Banfield (Burruchaga). Y en el Clausura 2009, empataron 1-1 dirigiendo a Newell’s y a Arsenal, sus actuales clubes.

Pintaba para fiesta y culminó en descontrol

Con el equipo estrenando la punta del torneo, la hinchada leprosa le dio un marco imponente al Coloso. Incluso en la tribuna que da al Palomar hubo mayoría leprosa, ya que allí hubo un pulmón para dividir a ambas hinchadas, debido a los pocos seguidores que llegaron desde el Viaducto.

Los leprosos recibieron al equipo en gran forma y luego alentaron durante el encuentro, aunque el nerviosismo se apoderó de las tribunas con la ventaja de Arsenal. Ya en el segundo tiempo, el clima se fue calentando con la demora de los jugadores visitantes y la actuación de Lunati. Sobre el final del encuentro comenzaron a intercambiar proyectiles ambas hinchadas, que sufrieron la represión policial tras el final del partido.

Goleó la reserva

La tarde comenzó bien para Newell’s, ya que el equipo de división reserva derrotó por 3-0 a su par de Arsenal. Los goles del conjunto de Ricardo Johanssen fueron convertidos por Augusto Mainguyague, Maximiliano Urruti y Alexis Barraza.

De esta manera, el equipo alternativo rojinegro lleva disputados quince encuentros en el actual torneo de la división, acumulando nueve empates, cuatro victorias y dos derrotas.

Una irrupción poco simpática

Por lo general, la aparición sorpresiva de un can en un campo de juego causa diversión y sonrisas entre los espectadores. Pero el pequeño pichicho que ingresó al Coloso a los cuarenta y cuatro minutos de la primera etapa no corrió con la misma suerte, ya que significó una pérdida de tiempo para el urgido Newell’s.

Luego de ser retenido por Sebastián Peratta, el blanco can fue rápidamente retirado del campo de juego por los asistentes, mientras Pablo Lunati otorgaba un minuto más de adición por su inesperada presencia.