Abrazo paragua

Antes del encuentro, en pleno banco leproso, el volante del Cuervo, Néstor Ortigoza, le dio un fuerte y sostenido abrazo al entrenador ñubelista, Gerardo Martino. Y tanto cariño se debe a que fue el Tata quien le dio al ex Argentinos la posibilidad de jugar en la selección paraguaya. El mediocampista no olvida la confianza y consideración del Tata y se lo demostró.

La figura, desde el banco

No hay dudas de que fue Leandro Romagnoli el abanderado de la remontada del Cuervo. El Pipi iba a ser titular pero minutos antes del inicio del pleito se decidió que estuviera en el banco por una molestia física. Finalmente, con el juego 0-2, Caruso decidió mandarlo a la cancha y fue el enganche la gran figura del segundo tiempo. De hecho, le mandó el centro del gol decisivo a Gigliotti luego de un gran desborde por izquierda.

Del odio al amor

Así fueron los hinchas de San Lorenzo esta tarde. Ni bien asomaron la cabeza desde el túnel Ortigoza, Migliore y compañía, los fanas del Cuervo les hicieron sentir la presión y la obligación de ganar para salvar al club del descenso. De hecho, no faltaron los cantitos “enemistosos” pidiendo sí o sí por un triunfo. Al final del primer tiempo, con el partido 2-0 para Newell´s, fueron despedidos con silbidos y algunos insultos. No hay que ser muy inteligente para pensar cómo fueron despedidos esos mismos jugadores una vez consumado el 3-2 y el pitazo final de Pittana.

El aguante rojinegro

Una tarde aciaga, para olvidar, tuvieron los hinchas de Newell´s este domingo. Porque coparon el sector asignado, ciertamente muy pequeño ante la inmensidad del Gasómetro. Y porque imaginaron otro desenlace cuando el equipo del Tata ganaba 2 a 0 y se marchaba al vestuario, en el entretiempo, siendo único líder del Clausura. Pero luego la formación rojinegra patinó, San Lorenzo se lo dio vuelta y la fiesta fue sólo del local. Pese a eso, los simpatizantes ñubelistas despidieron al plantel con aplausos.