Supersticiones de lado
A pesar de haber perdido el último partido del torneo ante un equipo sanjuanino (Desamparados) usando la camiseta totalmente amarilla, el Canalla dejó de lado las supersticiones y enfrentó a San Martín, también de esa provincia, con la misma casaca alternativa.

Alderete vivió un partido especial
Aparte de la gran relevancia del choque ante San Martín, la noche rosarina tuvo un condimento más para Reinaldo Alderete. Es que el actual volante canalla supo vestir la casaca del Santo sanjuanino, donde logró el ascenso en la temporada 2010/11, justo en una promoción frente a Gimnasia de La Plata, otro ex club del mediocampista.

Un primo para silbar

Si bien la gente canalla buscó hacer sentir la presión con silbidos a todos los jugadores del Santo cuando tenían la pelota, el blanco preferido fue el ex defensor de Newell´s Cristian Grabinski, que fue titular y se sintió más visitante que ninguno cada vez que la tocó.

Méndez y otro corte que dio que hablar

Ya había sorprendido otras veces con raros cortes de pelo, como uno de tipo rastrillado y hasta una tintura platinada, y ahora Jesús Méndez dio que hablar nuevamente con su cresta de un ancho a mitad de camino entre wachiturro y Mario Baracus.

Cuatro futbolistas que lo vieron de afuera
Para el decisivo encuentro por la promoción, Juan Antonio Pizzi tuvo 22 futbolistas disponibles en la concentración realizada en Granadero Baigorria. Pero además, el volante Julio Mozzo concentró luego junto al plantel aunque no estaba en condiciones de jugar, solamente para aportar desde el aspecto anímico.
De los 22 futbolistas convocados en primer término, cuatro de ellos no fueron titulares ni estuvieron entre los suplentes. Ellos son el defensor Gerardo Pérez, el volante Maximiliano Lombardi, y los delanteros Leonardo Monje y Rodrigo Salinas.

El apoyo de siempre
En un pleito de trascendencia mayúscula, la hinchada canalla estuvo a la altura de las circunstancias, brindándole un gran marco al Gigante y alentando al conjunto de Pizzi en una instancia definitoria.
El partido se vivió con una gran intensidad y el nerviosismo de los hinchas de Central fue incrementándose, a medida que el equipo desperdiciaba situaciones en el arco defendido por Ardente.
Ni bien Lunati pitó el final del juego, la parcialidad local se hizo sentir, exigiéndole al equipo un triunfo en San Juan, que lo deposite nuevamente en primera división.

Media falta para varios
Muchos hinchas sanjuaninos entraron al Gigante promediando la primera mitad, ya que por razones de seguridad fueron demorados en el ingreso a Rosario.