Si hubo un referente del alfonsinismo en Santa Fe ese fue Luis Changui Cáceres. El ex diputado nacional, que fue uno de los líderes de la Junta Coordinadora que se convirtió en sustento principal del movimiento alfonsinista, celebró que el pueblo “empiece a revalorar” la figura del ex mandatario.

El Changui defendió, en diálogo con Radio 2, algunas de las acciones que más críticas generaron contra Alfonsín. Como el famoso “felices pascuas”. Cáceres resaltó el valor que tuvo el ex presidente aquel domingo de Pascua de 1987, cuando contra lo que le aconsejaban sus propios asesores, “se entrevistó con los golpistas y ellos depusieron su actitud”. Y recordó que realmente la democracia estaba en peligro.

Y lamentó que las leyes de obediencia debida y punto final, que según él también fueron necesarias para garabtizar la continuidad democrática, no ayuden a poner en su verdadero lugar que fue el “único presidente en el mundo que sentó a los responsables del genocidio en el banquillo no cuando estaban en el geriátrico sino cuando tenían mando de tropa”·.

"Hacíamos la historia"

Para Raúl Milano, también diputado nacional en el gobierno alfonsinista y miembro de la famosa Coordinadora, "es como si fuera un padre" porque tuvo la "capacidad de contener" en un momento complicad, la dictadura militar, "a muchísimos que después acompañamos regreso a la democracia".

Milano recordó que el movimiento de Alfonsín, Renovación y Cambio, se lanzó en el año 72 en Rosario.

"Afonsín nos dio gran felicidad, fueron los mejores momentos de nuestra vida", agregó y dijo que ser diputado en aquella época no era cualquier cosa: "Sentíamos que hacíamos la historia". 

Para Milano es importante que se rescate su figura y al resaltar una característica mencionó su "humanidad; ser un hombre bueno es difícil en nuestro país".

"Un tipo sencillo"

Javkin tenía 12 años cuando Alfonsín asumió el poder y poco después se convirtió en militante de su sector, desde el centro de estudiantes del Superior de Comercio.

El hoy legislador edificó una relación personal con don Raúl desde el 94, durante la Convención Constituyente que se realizó en Santa Fe, y luego cuando fue presidente de la Juventud Radical y Alfonsín conducía el partido.

En aquellos tiempos compartieron muchos viajes por el país. “Era un gran maestro. El tenía una visión de la política como tarea cotidiana y constante, que atraviesa todo en la vida”, recordó.

En el 96 Alfonsín recibió el título de doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Rosario y Javkin ofició de padrino. “Desde entonces me cargó con eso. Que yo era su padrino, cuando en todo caso debía ser al revés”, relató el diputado.

“Era un tipo muy sencillo, muy militante. Viajábamos en avionetas destartaladas y no tenía ningún problema. Le gusttaba conversar de política siempre y sus costumbres en sus muy llanas. Defendía la política en su forma más sencilla: charlar, conversar, escuchar la idea del otro, y después comer algo y tomar un vino tinto”.