Un informe sobre fecundidad, producto de un proyecto de investigación del Instituto de Ciencias Sociales y Disciplinas Proyectuales (INSOD) de la Fundación UADE, determinó que nuestro país atraviesa un proceso de reducción de natalidad que afecta, principalmente, a las ciudades más populosas, donde las mujeres tienen menos hijos, según publica argentinainvestiga.

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) identificó los centros que presentan un promedio menor a 2,1 hijos por mujer, que es el valor para prevenir la disminución de jóvenes en futuras generaciones. Estos son: la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (1,57) y las provincias de Córdoba (1,8), Santa Fe (1,9), y Buenos Aires (1,97). En cambio, en el norte del país la cantidad de nacimientos es superior: Misiones (2,91), Formosa (2,3) y Salta (2,3). La tasa nacional presenta una curva negativa desde el 2001 cuando era de 2,45 hijos por mujer. En el presente, la cifra se redujo cerca de un 14 % hasta alcanzar el nivel de 2,11, valor ínfimo superior al mínimo establecido. 

“En la Ciudad de Buenos Aires observamos diferencias entre los barrios. Recoleta es la comuna con menor número de hijos por mujer, tan solo uno, asociado a que acceden a la maternidad a los 32 años en promedio. Mientras que, en la comuna que integran Villa Lugano, Villa Riachuelo y Villa Soldati, el promedio de hijos es de 2,9 y la madre los tiene alrededor de los 27 años”, asegura Analía Calero, docente de la Fundación UADE a cargo de la investigación. 

Las proyecciones para los próximos años son preocupantes. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) estima que en el 2050, el promedio de natalidad se reduciría a 1,8 hijos por mujer en Latinoamérica. El efecto colateral provocaría que la Argentina quede debajo del mínimo consensuado para revertir el fenómeno de envejecimiento.

“Los números bajos de nacimientos en las ciudades podrían explicarse por el mayor conocimiento de métodos anticonceptivos y la concentración de mujeres con mayor nivel educativo e insertadas en el mercado laboral. Los costos de oportunidad de tener hijos son mayores para las que quieren desarrollar su carrera profesional, en contextos donde aún resulta difícil para la mujer conciliar familia y trabajo”, explican los investigadores. 

La curva decreciente de fecundidad no es solo un problema criollo: en el mundo se está registrando un descenso desde hace 60 años. La tasa de natalidad se redujo de 5,02 a 2,55 hijos por mujer, valor cercano al límite recomendado por la ONU para conservar la capacidad de reemplazo generacional. Los países de América del Norte (2,0) y de Europa (1,45) se encuentran debajo de este nivel, según indica la CEPAL. Un estudio de la ONU indica que en el 2050 se observará en el mundo un claro avance en la edad de la sociedad: habrá 2000 millones de personas con más de 60 años y podría haber más de 400 millones mayores de 80.

Argentina (2,11), Uruguay (2,05), Chile (1,82) y Brasil (1,80); se encuentran dentro de los territorios con menor fecundidad de Latinoamérica, todos limítrofes a nuestro país. La excepción la conforman Bolivia (3,22) y Paraguay (2,86) que están entre los cuatro países de la región con mayor fecundidad femenina. Guatemala con 3,78 hijos por mujer es el de mayor natalidad de los países latinos.

Esta investigación complementa estudios previos de la Fundación UADE sobre la Evolución de las estructuras familiares en Capital Federal donde se observó una postergación de la maternidad hasta alrededor de los 30 años; causada, entre otros factores económicos y sociales, por la entrada tardía al matrimonio o la convivencia en pareja, que modificó el promedio de la cantidad de hijos por mujer.