¿Cómo es posible que una mujer pase buena parte de su vida sin mirar su vagina? Es verdad, puede que haya algún impedimento físico en el medio pero, ¿no hay un espejo en casa? O bien, ¿alguien que ayude con una cámara?

Bueno, antes que esto derrape. La pregunta inicial disparó el interés de Davey Wavey un entrenador personal y reconocido "youtuber que", a partir del éxito conseguido con el video "¿Qué piensan los hombres gay sobre las vaginas?", tuvo la interesante idea de interrogar a mujeres que nunca habían visto la suya.

Para contactar a las chicas eligió la red social Craiglist. Allí, Wavey encontró historias tan distintas como personales: desde experiencias traumáticas (rechazo de una persona del sexo opuesto/ abuso sexual), hasta cuestiones ligadas al cuerpo, pasando por creencias religiosas.

Una vez que las voluntarias aceptaron, Davey dispuso una especie de cambiador especial (el “Vagina Booth”) donde las mujeres podían observarse en privado, pero con las caras al descubierto.

El desenlace fue positivo para algunas y no tanto para otras. "No era tan traumático como creí", dijo una de las participantes.

Aunque, y por lejos, la mejor respuesta fue “Auu”.