Una investigación, publicada en la edición de noviembre de Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine, halló que cuando los niños pequeños pasan tiempo frente a la pantalla o viendo televisión indirectamente había más agresión en ellos.

Luego de controlar los datos por otros factores, como la depresión materna, vivir en un vecindario inseguro y recibir golpes como castigo, "por cada hora que los niños vieron televisión, su agresión aumentó 0.16 en una escala de 0 a 30", dijo la autora del estudio Jennifer A. Manganello, profesora asistente de comunicaciones en salud de la facultad de salud pública de la Universidad de Albany de la Universidad Estatal de Nueva York.

Además, agregó, aunque el aumento podría no parecer gran cosa, cuando los investigadores contemplaron todos los demás factores, "fue más probable que la televisión incrementara los comportamientos agresivos a que lo hicieran otros factores".

"La exposición a la violencia en los medios, lo que incluye televisión, películas, música y videojuegos, constituye un riesgo significativo para la salud de niños y adolescentes. La evidencia de investigaciones extensas indica que la violencia en los medios puede contribuir a un comportamiento agresivo, insensibilización a la violencia, pesadillas y miedo a que les hagan daño", escribió el Consejo de comunicaciones y medios de la AAP.

Para el estudio actual, Manganello y sus colegas recolectaron información desde el hogar y por teléfono acerca de 3,128 niños nacidos entre 1998 y 2000. Los niños provenían de veinte ciudades estadounidenses de gran tamaño y sus madres llenaron encuestas en el nacimiento, y luego al año y a los tres años.

Debido a que tantos factores pueden influir sobre el comportamiento de un niño, los investigadores trataron de controlar tantos factores como pudieron, como la salud y la depresión de la madre, las actitudes y comportamientos de paternidad de la madre, la experiencia de la madre con la violencia, la seguridad del vecindario y las características demográficas.

Los investigadores hallaron que los niños que recibían golpes como castigo, vivían en vecindarios inseguros o cuya madre estaba deprimida o estresada tenían más probabilidades de exhibir comportamientos agresivos.

Pero, luego de controlar por este y otros factores, los autores del estudio hallaron que ver televisión, directa o indirectamente, tuvo un efecto estadístico significativo sobre el comportamiento agresivo de los niños.

"La televisión no es una influencia benigna. Tiene sus efectos", señaló Richard Gallagher, director del Instituto de paternidad del Centro de estudios infantiles de la Universidad de Nueva York en esa ciudad. Y aunque el contenido podría afectar a los niños, señaló que los comportamientos de los niños también podrían estar afectados por las "oportunidades perdidas".

Eso significa que cuando el niño está viendo televisión, un comportamiento pasivo, el niño no tiene la oportunidad de interactuar con otras personas y podría tener un contacto reducido con otros niños.

"Las directrices de la AAP de que los niños menores de dos años no deberían ver televisión podrían ser bastante escritas y difíciles de llevar a cabo, pero los padres deben tener cuidado de cuánta televisión ven los niños pequeños y tener en cuenta que probablemente no estimula apropiadamente", dijo.

Agregó que los padres deben actuar como filtro televisivo para sus hijos. Por ejemplo, dijo, los padres deberían señalar que si algo descabellado ocurre en la televisión no necesariamente sucedería en la vida real. También, si ven algo violento, como la caída de un yunque sobre un personaje de caricatura, los padres necesitan interpretar eso para sus hijos y decirles lo que sucedería en la vida real.

Fuente: Health Day