Las playas de Pinamar y Villa Gesell cuentan ya con miles de turistas de todo el país pero también de un visitante indeseado: las tapiocas.

Se trata de aguavivas pequeñas que tienen el tamaño de una gota y que han llegado con los vientos del norte.

Especialistas indicaron que pueden generar una gran picazón en zonas sensibles del cuerpo, como los ojos, la boca y los genitales. Los que más sufren de sus picaduras son los más chicos, que suelen pasar mucho tiempo en el agua.

Su recomendación para aquellos que sufran de sus picaduras, es que no se rasquen sino que se laven con agua fría.

Aunque la reacción en la piel no es de gravedad, los médicos aconsejan colocar hielo en la zona lastimada, con alguna crema blanca sin perfume. En caso que el dolor se mantenga, se debe consultar con un profesional.