El doble atentado terrorista que conmocionó la capital argelina y que ha causado al menos 23 muertos y 162 heridos se lo atribuyó la Organización de Al Qaeda en los Países del Magreb en una llamada telefónica a la televisión qatarí por satélite Al Yazira.
El doble atentado que ha costado la vida al menos a 23 personas según los servicios de Protección Civil ha sembrado un viento de pánico en la población, que teme ahora el regreso al triste período de los años noventa durante el cual el terrorismo integrista alcanzó su punto culminante.
En las primeras horas de la mañana se produjeron los atentados por medio de cuatro coche-bombas, uno contra la sede gubernamental y tres contra la comisaría de la barriada de Bab Ezzuar, cerca del aeropuerto de la capital.
Las primeras indicaciones recogidas por un periodista de la agencia EFE en el lugar del primer atentado confirmaron que se trató de la obra de un kamikaze que pereció en la explosión de su vehículo.
"En el primer momento, el chofer quiso forzar la entrada del estacionamiento del gobierno, pero ante la imposibilidad de lograrlo, dirigió al vehículo hacia una de las alas del edificio donde tuvo lugar la explosión", aseguraron varios testigos presenciales que afortunadamente no sufrieron heridas.
La onda de choque de la explosión se sintió en un radio de varios centenares de metros y pudo verse una espesa humareda provocada por el incendio que consumió una docena de vehículos además del cargado por un potente explosivo.
Varios policías de servicio delante de la sede oficial saltaron por los aires destrozados, así como algunos transeÚntes, mientras resultaban dañados los edificios colindantes, desplomándose los cristales de puertas y ventanas.
El segundo atentado fue una copia del anterior, aunque aquí fueron tres los coches-bomba según testigos locales, cuya detonación arrancó de cuajo un poste de alumbrado, dañó el edificio de la comisaría y provocó once muertos y medio centenar de heridos.
"Las escenas de hoy, los cuerpos destrozados, la sangre y el fuego y las sirenas de las ambulaciones hicieron resurgir los años más negros del terrorismo. Habíamos casi olvidado esa época y he aquí que reaparece", clamaba un vendedor de cigarrillos en el pequeño kiosco situado apenas a veinte metros del palacio gubernamental.
Los servicios de seguridad atribuyeron el doble atentado a los comandos de la organización terrorista Al Qaeda en el Magreb, anteriormente denominada Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC).
Dirigida por el cabecilla Abdelhak Drukdel e implantada esencialmente en la Cabilia, esta banda, que en septiembre pasado se puso bajo las órdenes de Al Qaeda, se caracteriza por golpear preferentemente las fuerzas de seguridad del país.
"Los atentados de hoy, como los siete ocurridos en febrero pasado en la Cabilia, eran previsibles a partir del momento en que los salafistas se han afiliado a la organización de BIn Laden. Sabíamos que sus comandos iban a adoptar los mismos modos operacionales, en particular los atentados kamikazes", señaló uno de los analistas de la prensa local.
El doble atentado que ha costado la vida al menos a 23 personas según los servicios de Protección Civil ha sembrado un viento de pánico en la población, que teme ahora el regreso al triste período de los años noventa durante el cual el terrorismo integrista alcanzó su punto culminante.
En las primeras horas de la mañana se produjeron los atentados por medio de cuatro coche-bombas, uno contra la sede gubernamental y tres contra la comisaría de la barriada de Bab Ezzuar, cerca del aeropuerto de la capital.
Las primeras indicaciones recogidas por un periodista de la agencia EFE en el lugar del primer atentado confirmaron que se trató de la obra de un kamikaze que pereció en la explosión de su vehículo.
"En el primer momento, el chofer quiso forzar la entrada del estacionamiento del gobierno, pero ante la imposibilidad de lograrlo, dirigió al vehículo hacia una de las alas del edificio donde tuvo lugar la explosión", aseguraron varios testigos presenciales que afortunadamente no sufrieron heridas.
La onda de choque de la explosión se sintió en un radio de varios centenares de metros y pudo verse una espesa humareda provocada por el incendio que consumió una docena de vehículos además del cargado por un potente explosivo.
Varios policías de servicio delante de la sede oficial saltaron por los aires destrozados, así como algunos transeÚntes, mientras resultaban dañados los edificios colindantes, desplomándose los cristales de puertas y ventanas.
El segundo atentado fue una copia del anterior, aunque aquí fueron tres los coches-bomba según testigos locales, cuya detonación arrancó de cuajo un poste de alumbrado, dañó el edificio de la comisaría y provocó once muertos y medio centenar de heridos.
"Las escenas de hoy, los cuerpos destrozados, la sangre y el fuego y las sirenas de las ambulaciones hicieron resurgir los años más negros del terrorismo. Habíamos casi olvidado esa época y he aquí que reaparece", clamaba un vendedor de cigarrillos en el pequeño kiosco situado apenas a veinte metros del palacio gubernamental.
Los servicios de seguridad atribuyeron el doble atentado a los comandos de la organización terrorista Al Qaeda en el Magreb, anteriormente denominada Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC).
Dirigida por el cabecilla Abdelhak Drukdel e implantada esencialmente en la Cabilia, esta banda, que en septiembre pasado se puso bajo las órdenes de Al Qaeda, se caracteriza por golpear preferentemente las fuerzas de seguridad del país.
"Los atentados de hoy, como los siete ocurridos en febrero pasado en la Cabilia, eran previsibles a partir del momento en que los salafistas se han afiliado a la organización de BIn Laden. Sabíamos que sus comandos iban a adoptar los mismos modos operacionales, en particular los atentados kamikazes", señaló uno de los analistas de la prensa local.